Jerusalén, 28 nov (EFE).- Israel se convertirá en el primer país del mundo en cerrar sus fronteras por completo a los extranjeros para prevenir la expansión de la variante ómicron de COVID-19, además de imponer cuarentena obligatoria para los ciudadanos israelíes que regresen al país y otras restricciones internas.
Israel ha confirmado de momento un contagio con ómicron -una mujer israelí que regresó la semana pasada de Malaui- y tiene otros 12 sospechosos a la espera de ser verificados, también viajeros procedentes de África.
Esta estricta medida, que estará en vigor durante dos semanas a la espera del desarrollo de la nueva variante, pretende mantener a Israel protegido del exterior y abierto a nivel interno, dijo el primer ministro, Naftali Bennett, que concretó que, pese a no ser un paso fácil, es algo necesario y temporal.
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Mensaje ante la variante
El jefe de Gobierno -que desde que asumió el poder en junio apostó por mantener la economía abierta con limitaciones internas ligeras- pidió paciencia y disciplina a la población y aseguró que el Ejecutivo revisa la situación todos los días para ajustar los pasos y restricciones.
Nuestra misión como Gobierno es permitir que la vida siga de la forma más rutinaria posible, indicó Bennet en la reunión semanal del consejo de ministros, para lo que es necesario endurecer ahora el cierre de fronteras para mantener Israel abierto por dentro.
Cierre de aeropuertos
El gabinete interministerial del coronavirus decidió anoche cerrar los aeropuertos a vuelos internacionales de todo el mundo, lo que implica un nuevo cerrojazo al turismo después de que el país se abriera el pasado 1 de noviembre -tras año y medio clausurado-, otro golpe para un sector clave en el país y muy castigado por la pandemia.
La medida, tomada como precaución ante una variante que podría ser más contagiosa y resistente a las vacunas, entrará en vigor dos días después de que Israel prohibiera los viajes hacia y desde casi todos los países de África -a excepción de Egipto y el Magreb- incluidos en la lista roja.
Las nuevas restricciones obligarán también a los israelíes que vuelvan del exterior a aislarse tres días si están vacunados y una semana si no lo están. En ambos casos necesitarán un PCR negativo para salir de su cuarentena.
Los extranjeros que, bajo casos excepcionales, puedan acceder a Israel, deberán hacer aislamiento en hoteles controlados por el Estado y bajo estricta vigilancia.
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Vigilancia
A su vez, el gabinete decidió restablecer la vigilancia por parte de los servicios de inteligencia de los contagiados que regresen del exterior, con el polémico rastreo de sus teléfonos móviles para asegurar que cumplen la cuarentena.
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אני זוכר שכילד, כשחיינו כמשפחה כמה שנים בארה"ב, על הסביבון היה כתוב "נס גדול היה שם".
הרגשתי שאני מייצג את מדינת ישראל ואמרתי: אנחנו חייבים שיהיה כתוב "פה"! בשביל זה אנחנו צריכים לעלות לארץ ישראל.לפוסט המלא: https://t.co/JfU05GhL7G pic.twitter.com/RJ3ap3NXyU
— Naftali Bennett בנט (@naftalibennett) November 28, 2021
También ha impuesto otras restricciones internas, como la reducción de 100 a 50 del número de personas que se pueden reunir en actos públicos, lo que afectará a los eventos de la festividad de Hanuka, una de las más relevantes del calendario judío que arranca al atardecer.
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