Berlin, 25 jul (EFE).- El aumento de la frecuencia de las olas de calor en Europa está relacionado con los cambios de la corriente en chorro que sobrevuela la región euroasiática, según los resultados de un estudio que incluye datos estadísticos de los últimos 42 años.
El investigador Kai Kornhuber, de la Universidad de Columbia, explicó que esta relación se debe a que las tormentas que proceden del Atlántico, que tienen un efecto de enfriamiento, se desvían hacia el norte durante los estados de doble chorro, favoreciendo el desarrollo de olas de calor en el continente.
La velocidad del viento al norte y al sur de Europa aumenta, pero en el centro de este sistema de doble chorro, la velocidad es mucho menor, lo que amplifica la duración de las olas de calor, señaló.
Las olas de calor en el continente europeo aumentaron entre tres y cuatro veces más rápido que en el resto de las latitudes medias del norte, como Estados Unidos o Canadá. Esto se recopiló en un estudio, publicado en Nature y realizado por un grupo de científicos internacionales.
Detalles de investigación
El equipo internacional de científicos examinó los datos de observación de los últimos 42 años y demostró, por primera vez, que el rápido aumento de la frecuencia de olas de calor en Europa está relacionado con cambios en la circulación atmosférica.
Los investigadores descubrieron que los vientos a gran escala que circulan sobre Eurasia, la llamada corriente en chorro, están cambiando y provocando que los períodos en los que esta corriente se divide en dos ramas, los llamados estados de doble chorro, se vuelvan más duraderos.
Estos estados de doble chorro están relacionados con casi toda la tendencia al alza de las olas de calor en Europa occidental, y alrededor del 30 % en el ámbito europeo más amplio.
La corriente en chorro es una masa de aire de flujo rápido que viaja de oeste a este alrededor del hemisferio norte a unos 10 kilómetros de altura y que a veces se divide en dos chorros de viento que fluyen una sobre el sur y otra sobre el norte de Eurasia.
Los científicos se dieron cuenta de que, aunque el número de eventos de doble chorro por año no cambió mucho, estos se hicieron más largos y persistentes durante el período estudiado.
Aunque las olas de calor en verano no son un fenómeno nuevo, la frecuencia e intensidad de estos eventos extremos creció en los últimos años, especialmente en 2018, 2019 y 2020, y, por supuesto, con la actual ola de calor en Europa que ha llevado a países como el Reino Unido a alcanzar por primera vez los 40 grados.
Ola de calor castiga a Europa con temperaturas extremas
Chorros dobles
Los chorros dobles se producen por diversas razones, como la variabilidad caótica de la atmósfera.
Sin embargo, se descubrió que son más persistentes por la ralentización de circulación atmosférica en verano en el hemisferio norte. También por la reducción de la gradiente de temperatura entre el Polo Norte y el Ecuador.
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