Lima, nov (EFE).- La construcción de adobe más antigua de América salió a la luz bajo la arena de un desolado, inhóspito y desértico enclave de la costa norte de Perú, donde un equipo de arqueólogos desentierra sus primigenios muros, cuya antigüedad oscila entre los 5 mil 100 y 5 mil 500 años.
Bajo lo que parecía una simple y común duna del valle de Chao, 70 kilómetros al sur de la ciudad de Trujillo, permanecían ocultos estos arcaicos edificios de adobe, ese barro amasado en ladrillos que luego usaron con enorme virtuosismo las grandes civilizaciones del Antiguo Perú para sus espectaculares construcciones.
Lo que hemos encontrado es la evidencia más antigua de arquitectura. Se ha utilizado el adobe, aseguró la arqueóloga Cecilia Mauricio, que lleva casi diez años de investigaciones en la zona.
En ese hallazgo intervinieron arqueólogos de la Pontifica Universidad Católica del Perú (PUCP) y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), con la colaboración de investigadores de la Universidad de Maine (Estados Unidos).
Muros
Los vetustos muros de adobe encontrados en el complejo arqueológico Los Morteros son incluso mil años más antiguos. Esto en comparación con las construcciones de Caral. Es la primera civilización de América. Se desarrolló entre los años 3,000 y 1,800 a. C. en el valle del río Supe, unos 130 kilómetros al norte de Lima.
En Los Morteros vemos de alguna forma un antecedente para lo que después será Caral. Con estos edificios fabulosos y enormes para la antigüedad que tienen, sostiene Mauricio. Su investigación fue publicada en PNAS, la revista científica de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, y luego citada por Nature.
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El origen del adobe
El adobe fue el material preferido de construcción para algunas civilizaciones que dominaron la costa del antiguo Perú. Perfeccionaron esta tecnología, como los chimú y su capital Chan Chan, la mayor ciudad de barro de América. También los mochica, que aún siguen maravillando a quienes visitan la Huaca del Sol y de la Luna.
Hay todo un proceso de evolución y desarrollo de conocimiento sobre la tecnología del adobe. No se originó de un momento a otro por las grandes sociedades costeras como los mochica. Viene de atrás y nosotros hemos encontrado aparentemente ese punto de inicio, destaca Mauricio.
Gracias a radares se pudo detectar esta estructurada soterrada con ambientes de 10 metros de longitud por 7 de ancho y una altura de unos 2 metros. Después de desenterrarla dejó asombrados a Mauricio y sus compañeros por tratarse de muros de adobe, algo inédito para su época.
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Efecto de El Niño
Más llamó la atención todavía que fueran bloques hechos únicamente de barro, sin mezclar con ningún otro material que les dé mayor solidez, lo que denotaba que se trata de una de las primeras experiencias arquitectónicas de este tipo.
Por los análisis de su composición se pudo incluso hallar la ubicación de la cantera utilizada para esta construcción, un gran depósito de arcilla en la cercana desembocadura del río Chao, producto de un aluvión inusual, causado probablemente por el fenómeno climatológico de El Niño.
Así, los investigadores determinaron que las inusuales inundaciones que provoca El Niño con sus torrenciales lluvias sobre el desierto costero de Perú fueron aprovechadas por los antiguos habitantes del valle de Chao para inventar una nueva forma de construcción que crease grandes espacios de reunión social.
Para nosotros El Niño significa muerte y catástrofe, pero estos fenómenos pudieron haber sido entendidos de otra manera en épocas prehispánicas y aprovechados, porque al fin y al cabo es agua en el desierto y los depósitos de arcilla también son buenos fertilizantes para la tierra, señala Mauricio.