Ciudad del Vaticano, 22 dic (EFE).- El papa Francisco presidió este domingo el rezo del Ángelus dominical desde la capilla de su residencia vaticana y no desde la ventana del Palacio Apostólico para sanar de un resfriado y como “precaución” antes de la Navidad.
Queridos hermanos y hermanas, buenos días. Lamento no estar con vosotros en la plaza. Estoy mejorando pero se deben tomar precauciones, empezó el papa, con una voz algo afectada y con tos, en su mensaje retransmitido por la Santa Sede.
El pontífice argentino, que acaba de cumplir 88 años, apareció sentado tras una mesa delante del altar de la capilla de la Casa Santa Marta, su residencia, junto a una figura del Niño Jesús regalada, según dijo, por el arzobispo de Santa Fe y tallada por aborígenes ecuatorianos.
El mensaje fue emitido en las pantallas de la Plaza de San Pedro del Vaticano, donde le escuchaban cientos de personas, entre estas muchos niños que este día acuden al lugar para la tradicional bendición de los ‘bambinelli’, las figuras del Niño.
Insta a respetar la maternidad
Por eso, habló de la maternidad y la infancia en su mensaje previo al Ángelus y recordó cuando, antes de ser papa y tomaba el autobús, veía cómo se cedía el asiento a las mujeres embarazadas: Era un gesto de esperanza y respeto, dijo.
Así, llamó a ser gentiles con las madres encinta y a defender el valor sagrado de la vida de los pequeños desde su concepción en el vientre materno.
Durante su mensaje, el papa Francisco dijo:
Aquí, en la plaza, veo a madres con sus hijos, y quizá también haya algunas que estén en la ‘dulce espera de uno’. Por favor, no seamos indiferentes a su presencia, aprendamos a admirarnos de su belleza y, como hicieron Isabel y María, bendigamos a las madres y alabemos a Dios por el milagro de la vida.
Francisco ha decidido así evitar asomarse a la ventana sobre la Plaza de San Pedro y el frío del invierno para curarse de un resfriado antes de la Navidad, que arrancará este martes con la misa de Nochebuena en la basílica de San Pedro.
Una tarde en la que además inaugurará oficialmente el Jubileo con la apertura de la Puerta Santa de la basílica vaticana, para ofrecer la indulgencia de los pecados a quienes la crucen durante el 2025.
Esta semana Francisco reconoció estar muy resfriado durante una audiencia en la que se le pudo escuchar muy cansado y ayer, aunque mantuvo su agenda, mostró una voz todavía algo ronca y tomada durante su tradicional mensaje a la Curia Romana.
Recemos para que en Navidad cese el fuego en todos los frentes de guerra, en Ucrania, en Tierra Santa, en Oriente Medio y en todo el mundo. ¡Que callen las armas y resuenen los villancicos!
— Papa Francisco (@Pontifex_es) December 22, 2024
Pide una tregua global
Además, el papa lamentó la crueldad perpetrada en la Franja de Gaza, con niños ametrallados, por lo que invocó un alto el fuego navideño en todo el mundo.
Con dolor pienso en Gaza, a tanta crueldad, a los niños ametrallados, a los bombardeos de escuelas y hospitales. ¡Cuánta crueldad!“, denunció.
Ayer mismo, Francisco denunció que las autoridades israelíes habían negado el acceso a Gaza del Patriarca de Jerusalén de los Latinos, el cardenal Pierbattista Pizzaballa.
Por otro lado, tras el Ángelus, Francisco también abogó porque en Navidad pueda llegar un alto el fuego en todos los frentes de guerra, desde la Tierra Santa y todo Oriente Medio o Ucrania.
También recordó este país, que afronta un nuevo invierno invadido por Rusia: La martirizada Ucrania sigue siendo golpeada por ataques a las ciudades que a veces dañan escuelas, hospitales e iglesias. Que callen las armas y resuenen los cantos navideños, instó.
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