Washington, 6 sep (EFE).- Estados Unidos celebra este lunes el Día del Trabajo en medio de una situación económica inesperada en la que confluyen la escasez de trabajadores y las dudas acerca del regreso a la oficina por la amenaza persistente de la pandemia de coronavirus.
Pese a la progresiva reactivación de la economía a medida que avanza la vacunación en el país, con más del 63 % de la población adulta en EE. UU. con la pauta completa, los economistas se muestran sorprendidos porque no vaya acompañada de un repunte en la generación de empleo.
Quizá el dato más importante es el descenso en el número de gente en la fuerza laboral que quiere un trabajo y que ha bajado de 6,5 millones en julio a 5,7 millones en agosto, señaló Betsy Stevenson, profesora de Economía y Políticas Públicas de la Universidad de Michigan, en su cuenta Twitter el pasado viernes.
Crecimiento económico
Las previsiones de la Reserva Federal (Fed) apuntan a un crecimiento económico en el país del 7 %, lo que sería la mayor tasa anual desde la década de 1980.
Sin embargo, indicadores económicos como el del empleo muestran un escenario más complejo.
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El mercado laboral
La semana pasada se conoció el dato de desempleo correspondiente a agosto que mostró un descenso en la tasa al 5.2 %, frente al 5.4 % de julio, pero con una aún débil creación de nuevos puestos de trabajo.
En agosto, la economía añadió 235 mil empleos, frente al millón de puestos de trabajo agregados en julio, en lo que supone la cifra más baja en siete meses.
Parte de la responsabilidad de este frenazo corresponde a la expansión de la variante delta de COVID-19, pero también hay factores más profundos que están haciendo que los empleados se replanteen el regreso a la vieja normalidad.
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Dilema del regreso a la oficina
Una encuesta del grupo de investigación The Conference Board sobre satisfacción en el trabajo publicada en la última semana indicó que el 42 % de los consultados en agosto expresaba preocupación ante el regreso a la oficina por el peligro de contagiarse, frente al 24 % del mes pasado.
Asimismo, el 80 % de los que afirmaban estar en búsqueda de empleo consideraba que la política respecto a la flexibilidad sobre las condiciones laborales era muy o moderadamente importante a la hora de decidir sobre una oferta de trabajo.
Las grandes corporaciones se muestran divididas a la hora de encarar este incierto panorama.
Numerosas empresas, como Google o Apple, han postergado sus planes de regreso a la oficina; mientras que otras, como los bancos de inversión Morgan Stanley o JP Morgan, han exigido a sus trabajadores el regreso a sus puestos de trabajo.
Que no haya dudas al respecto. Nosotros hacemos nuestros trabajo en las oficinas de Morgan Stanley, allí es donde enseñamos, allí es donde nuestros becarios aprenden, así es como hacemos que la gente se desarrolle, dijo su presidente, James Gorman, a comienzos de verano.
Otros, como la cadena de comida rápida Chipotle, han reconocido que se han visto obligados a subir los sueldos para atraer trabajadores.
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