Quiché, 12 mar (AGN).– En el marco de la conmemoración de los 300 años de la Hermandad de la Cofradía de Jesús Nazareno del Templo El Calvario, de Quiché, el gobernador Herman Carlos Ríos, junto al personal de la gobernación, rindieron un homenaje a la Tricentenaria Hermandad de la Cofradía de Jesús Nazareno del Templo El Calvario, reconociendo su legado histórico, avivando el fervor y la fe en el corazón de todo el pueblo quichelense.
La solemne procesión recorrió las principales calles de Santa Cruz del Quiché, iluminando el camino de los fieles católicos y renovando su devoción. La actividad se desarrolló en un ambiente de respeto, orden y solemnidad, resaltando la entrega y disciplina de los cargadores, quienes, con profunda fe, mantuvieron viva la esencia de esta tradición centenaria.
Celebración del Día de Jesús
Cada año, el domingo anterior al Miércoles de Ceniza, se celebra el Día de Jesús,una festividad con tres siglos de historia. Durante esta jornada, los integrantes de la Hermandad de la Cofradía de Jesús Nazareno se congregan en el templo El Calvario para participar en diversas actividades religiosas, que culminan con un magno cortejo procesional por las calles de la ciudad.
Este año, por iniciativa de la Directiva de la Hermandad, se ha presentado una solicitud ante la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural para que el Día de Jesús sea declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Nación. Se está a la espera de una resolución favorable que reconozca la importancia histórica y cultural de esta celebración.
En su intervención, el gobernador Herman Carlos Ríos expresó: Queremos agradecer la organización y coordinación que han permitido conmemorar dignamente los 300 años de la Hermandad de la Cofradía de Jesús Nazareno del Templo El Calvario. Como representante del presidente Dr. Bernardo Arévalo, es un honor hacer entrega de este reconocimiento a su arduo trabajo y compromiso con la fe y la tradición.
Semana Santa en Guatemala, un legado de fe y cultura
La Semana Santa es una de las festividades más esperadas en Guatemala, reuniendo a millones de personas en un período de reflexión, espiritualidad y tradición. Esta celebración, reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, refleja la riqueza de las costumbres y creencias del país, consolidándose como una expresión viva del legado histórico y espiritual de la nación.
Desde las imponentes procesiones hasta las coloridas alfombras de aserrín y flores que adornan las calles, la Semana Santa se convierte en una manifestación de arte efímero y fervor religioso. El sonido de las marchas fúnebres, el aroma del incienso y la participación activa de las comunidades transforman los pueblos y ciudades en escenarios vibrantes de devoción y tradición.
Más allá de su carácter religioso, la Semana Santa en Guatemala es un reflejo de la identidad cultural del país. Es un momento en el que generaciones se unen para preservar costumbres centenarias, reforzando el sentido de comunidad y destacando la diversidad cultural que enriquece nuestra nación.
Por Max Hernández/Gobernación Departamental de Quiché
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