Ciudad de Guatemala, 1 mar. (AGN).- Los bancos de semillas desempeñan un papel fundamental en la conservación de la biodiversidad agrícola. Estas reservas especiales almacenan semillas en condiciones óptimas para garantizar su viabilidad a largo plazo, protegiéndolas de factores ambientales adversos y evitando la pérdida de variedades esenciales para la seguridad alimentaria.
En Guatemala, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) trabaja de la mano con el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (ICTA) para fortalecer la investigación y el desarrollo tecnológico en el sector agrícola. Este organismo es clave en la generación de innovaciones para mejorar la producción y resiliencia de cultivos en el país.
La clave de su funcionamiento radica en la recolección, limpieza y almacenamiento de semillas en ambientes controlados, en los que son sometidas a bajas temperaturas y resguardadas en recipientes especiales. De esta manera, se asegura que las especies preservadas mantengan sus características genéticas, listas para ser utilizadas en el desarrollo de nuevas variedades o en la restauración de cultivos en riesgo.
#Chimaltenango | Santiago Simón, caficultor beneficiado con insumos, agradece el apoyo y nos cuenta cómo los utilizará para una producción rentable y sostenible.
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— MAGA Guatemala (@MagaGuatemala) February 18, 2025
Un seguro para la agricultura del mañana
El resguardo de semillas no solo tiene un propósito de conservación, sino que también representa una estrategia clave para el futuro de la agricultura. La diversidad genética almacenada en estos bancos permite la creación de cultivos con resistencia a plagas y enfermedades, además de la adaptación a cambios climáticos extremos.
Dadas las constantes y crecientes amenazas de pérdida de diversidad en los cultivos, la implementación de bancos de semillas es una prioridad para garantizar la disponibilidad de variedades que puedan regenerarse y adaptarse a distintas condiciones. En este sentido, contar con semillas propias, adaptadas al clima y con capacidad de reproducción se convierte en una ventaja estratégica para la producción agrícola sostenible.
Desde su fundación en 1976, el ICTA ha logrado avances significativos en la mejora genética de cultivos. A través del fitomejoramiento convencional, ha desarrollado y liberado más de 179 variedades e híbridos de cultivos esenciales como maíz, frijol, arroz y trigo, así como especies con alto valor económico como ajonjolí, brócoli y melón. Estas innovaciones han permitido optimizar la producción agrícola y ofrecer a los agricultores variedades más resistentes y productivas.
Compromiso con la seguridad alimentaria
El MAGA, en su afán de fortalecer el agro en Guatemala, impulsa estrategias que faciliten el acceso a infraestructura productiva, innovación y tecnología agrícola. Este compromiso está alineado con el objetivo 2 del plan estratégico Una nueva siembra para el agro de Guatemala, cuyo propósito es fomentar el desarrollo del sector a través de herramientas que potencien la producción y la seguridad alimentaria.
Los bancos de semillas y la investigación agrícola son pilares esenciales para garantizar un futuro sostenible en la producción de alimentos. Con el respaldo del ICTA y las estrategias implementadas por el MAGA, Guatemala avanza en la consolidación de una agricultura más resiliente y preparada para enfrentar los desafíos del cambio climático y la demanda creciente de alimentos.
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