São Paulo, 15 sep (EFE).- Los incendios forestales han calcinado 6 millones 718 mil 025 hectáreas de la Amazonía brasileña desde que comenzó el año, lo que supone un 1,6 % del bioma, según datos del Gobierno divulgados este martes.
El mayor bosque tropical del planeta enfrenta en estos momentos una sequía extrema, que ha dejado a varios ríos amazónicos en sus niveles más bajos de la historia y ha aislado a decenas de comunidades rurales, además de favorecer la propagación de incendios.
El dato, que comprende el periodo entre el 1 de enero y el 1 de septiembre, se acerca a las 9 millones 186 mil hectáreas de superficie del ecosistema quemada en todo 2023, de acuerdo con el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués).
En total, la Amazonía brasileña sumó 63 mil 189 focos de incendio entre enero y agosto de este año, el doble de los registrados en el mismo periodo de 2023.
El Gobierno brasileño sospecha que la gran mayoría de ellos fueron provocados por la acción humana.
Apenas veinte municipios amazónicos concentran el 85 % de los focos de incendio en la Amazonía en lo que va de año: Apuí, São Félix do Xingu, Novo Progresso, Lábrea, Altamira, Itaituba, Porto Velho, Colniza, Novo Aripuanã, Manicoré, Jacareacanga, Humaitá, Candeias do Jamari, Caracaraí, Nova Mamoré, Boca do Acre, Feijó, Nova Maringá, Aripuanã y Ourilândia do Norte.
Vuelve a arder la Amazonía, en unos incendios que suelen estar ligados a la transformación de la vegetación en cultivos.
Los principales afectados son las comunidades rurales e indígenas que ahí viven, y fortalecerlos es la mejor manera de combatir la deforestación.
Lo contamos👇 pic.twitter.com/TaVungUr9t— Víctor Resco de Dios (@rescodedios) September 8, 2024
En el caso de Porto Velho, capital del estado de Rondônia, la ciudad lleva días envuelta en una intensa humareda debido a los numerosos incendios que hay alrededor.
El río Madeira, uno de los principales afluentes del Amazonas y que baña Porto Velho, está en mínimos desde que se tienen registros, y la Defensa Civil ha empezado a distribuir agua entre la población.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, viajó la semana pasada al estado de Amazonas, también en situación de emergencia, donde visitó comunidades rurales afectadas por la sequía y los incendios.
El mandatario tiene previsto reunirse con alcaldes de la región para anunciar una serie de medidas para enfrentar la sequía, entre ellas, obras para el dragado de ríos amazónicos, a fin de hacerlos navegables en ese tipo de condiciones.
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