Madrid, 22 mar (EFE).- En la región de Latinoamérica y el Caribe 17 millones de personas, un 3 % de la población, tiene un acceso limitado básico al agua o la consumen de fuentes no aptas.
Asimismo, más de 160 millones carecen de acceso a agua segura, datos que se enmarcan en el Día del Agua, que este año tiene como lema ‘Agua para la paz’.
Según los datos de CAF, Banco de Desarrollo de América Latina, de una población en la región de casi 650 millones de personas repartidos en 33 países, más de 430 millones no tienen acceso a saneamiento seguro.
Lo anterior según los derechos recogidos en el listado de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2015-2030 de Naciones Unidas.
Asimismo, 300 millones de personas en las urbes no tienen sistemas de alcantarillado y más de diez millones defecan al aire libre.
Esto conlleva un riesgo muy alto y grave para la salud y la seguridad de las personas.
Hoy celebramos el Día Mundial del Agua.
El reconocimiento de los derechos humanos al agua potable y al saneamiento constituye una de las prioridades de la política exterior española en materia de cooperación.#DíaMundialDelAgua #AguaParaLaPaz @CooperacionESP @AECID_es pic.twitter.com/YazeJiAZ9T
— Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación (@MAECgob) March 22, 2024
Carencias
A pesar de que Latinoamérica posee el 31 por ciento de fuentes de agua dulce y de que ha habido progresos en la provisión de los servicios de abastecimiento de agua, sigue existiendo una brecha entre el abastecimiento de agua gestionada de forma segura en zonas rurales (53 %) frente a las zonas urbanas (81 %).
Lo anterior, según datos del Programa conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismos dependientes de Naciones Unidas.
El cambio climático y la influencia del fenómeno meteorológico de El Niño han provocado el incremento del estrés hídrico en la región. Ellos, con sequías más persistentes, como la que afecta desde hace aproximadamente cuatro años al sur de Latinoamérica, en Argentina, Paraguay o Uruguay.
En esa región, miles de hectáreas de cultivos de soja o maíz no han progresado.
Lo mismo sucede en casi toda Centroamérica, con consecuencias económicas graves y que está provocando la migración de cientos de miles de personas de toda la región hacia el norte global.
Esto crea conflictos sociales y políticos con países como México y Estados Unidos ante su llegada.
🗓️ 22 de marzo- Día Mundial del Agua
💧El agua tiene un valor incalculable y repercute en nuestros hogares, nuestra cultura, nuestra salud, nuestra educación y así como también en la integridad de nuestro entorno natural. pic.twitter.com/J8faZgvPtn
— Parques Nacionales (@ParquesOficial) March 22, 2024
Datos regionales
Según datos del Banco Mundial, después de la pandemia, la región latinoamericana y caribeña es la que menos creció desde 2020.
Este descenso en el crecimiento fue influenciado por el cambio climático, cuyos impactos suponen en la región 1,7 puntos del Producto Interior Bruto (PIB) anual.
El impacto del cambio climático y el estrés hídrico en la región afectó, además, al canal de Panamá. El caudal de agua se ha reducido tanto que no se acumula de forma suficiente para alcanzar los niveles para llenar las esclusas para el paso de los barcos de mercancías que atraviesan la infraestructura.
La contaminación de las fuentes de agua con la minería legal e ilegal es otro de los graves problemas, como en Argentina y Bolivia con la extracción de litio. Ese es uno de los componentes más utilizados en la tecnología para las energías renovables y los vehículos eléctricos.
Para producir una tonelada de litio se requieren 2,2 millones de litros de agua, según datos del informe de la Unesco publicado esta semana.
Los expertos señalan que la financiación climática y el multilateralismo son esenciales para superar los problemas del agua en Latinoamérica y el Caribe.
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