Ciudad de Guatemala, 11 oct. (AGN).– Este viernes quedó habilitado el paso vehicular en ambas direcciones en el kilómetro 61 de la ruta al Atlántico (CA-9 Norte), a la altura de Sanarate, El Progreso. El cierre, que duró menos de una semana, fue necesario para atender un deslizamiento de tierra que afectó los cuatro carriles de la carretera.
Queda habilitado el paso vehicular en ambas direcciones sobre km. 61 de ruta al Atlántico CA-9 Norte (Sanarate, El Progreso).
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Cierre total por deslizamiento
El pasado domingo por la noche, el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) anunció el cierre total de la vía en este tramo debido al riesgo que representaba la inestabilidad de la ladera. Un deslizamiento de tierra cubrió por completo los carriles, lo que obligó a las autoridades a detener el tránsito y proceder con la limpieza.
En ese momento, por medio de un comunicado las autoridades mencionaron:
El cierre total es necesario debido al riesgo que representa la persistente inestabilidad de la ladera, que amenaza la seguridad de las personas y el tránsito en el lugar, así como del personal encargado de realizar el retiro del material caído.
La ruta fue cerrada completamente desde las 20:00 horas del domingo 6 de octubre hasta las 6:00 horas del lunes 7 de octubre. Durante ese tiempo, personal del CIV trabajó en la remoción del material que bloqueaba el paso. El objetivo era restaurar la circulación lo más pronto posible para evitar mayores inconvenientes a los usuarios de la carretera.
Reapertura parcial
En las primeras horas de la mañana del lunes, las autoridades lograron habilitar un carril, el cual se utilizó de manera alterna para ambos sentidos del tránsito. Este paso fue regulado en intervalos de 20 minutos por sentido, permitiendo que el tráfico fluyera.
Finalmente, la ruta fue reabierta en ambos sentidos en menos de una semana, asegurando así la conectividad en esta importante vía. Las autoridades continúan monitoreando la zona para prevenir futuros incidentes y garantizar la seguridad de los conductores.
Esta rápida intervención fue crucial para evitar mayores retrasos en la circulación y minimizar el impacto del deslizamiento en la actividad económica y el transporte.
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