París, 27 jul (EFE).- La Iglesia Católica y sobre todo algunas figuras de la extrema derecha francesa han criticado varias secuencias de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024 que, por el contrario, ha recibido una acogida entusiasta entre la izquierda y los miembros del Gobierno de Emmanuel Macron.
En un comunicado este sábado, la Conferencia Episcopal francesa indica que esa ceremonia ofreció al mundo entero maravillosos momentos de belleza, de alegría, ricos en emociones y universalmente saludados, pero en paralelo ha lamentado profundamente que incluyera escenas de burla y mofa del cristianismo.
🇫🇷 Los obispos franceses deploran las escenas de burla al cristianismo producidas durante la ceremonia de apertura de los #JuegosOlímpicos en #París @Eglisecathohttps://t.co/nrUmFfcB8d
— Vatican News (@vaticannews_es) July 27, 2024
Críticas a la inauguración de París 2024
Los obispos franceses recuerdan a todos los cristianos de todos los continentes que se han sentido heridos por la desmesura y la provocación de ciertas escenas, y el mensaje que les quieren transmitir es que la fiesta olímpica debe estar muy por encima de los prejuicios de algunos artistas.
No hacen referencia a una secuencia en concreto, pero queda claro que se refieren a la que llevó por título “Festividad” y que era una parodia evidente de la última cena de Jesucristo con sus apóstoles, en este caso sustituidos por drag-queens, una modelo trans y el cantante Philippe Katerine casi desnudo, con algunos atributos de Dionisos, el dios griego del vino y la fiesta.
Las quejas han sido mucho más explícitas, directas y amplias desde la extrema derecha, que ha aprovechado para lanzar acusaciones contra el Ejecutivo del presidente francés por, según argumentan, hacer propaganda de la ideología “woke”.
🇫🇷 | AHORA – PARÍS 2024: La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París ofreció “momentos maravillosos de belleza, de alegría, ricos de emoción y elogiados por todos”, pero incluyó escenas de “burla y abuso de los cristianos”, afirmó la Conferencia Episcopal francesa. pic.twitter.com/htvNgLWaIo
— Alerta News 24 (@AlertaNews24) July 27, 2024
Una artista en el disparadero de los ultras
La eurodiputada Marion Maréchal ha hecho una crítica a la totalidad de la ceremonia inaugural en un mensaje en su cuenta de X en el que carga contra las imágenes de la reina Maria Antonieta decapitada, los besos de tríos, las drags queens o “la humillación de la Guardia Republicana obligada a bailar con Aya Nakamura”.
Esto es París, no el mercado de Bamako.
Para la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, recurrir a Aya Nakamura era una tentativa de Macron para humillar al pueblo francés.
La diputada Laure Lavallette, del partido de Le Pen, tampoco se ha privado en su cuenta de X de reprochar directamente a Macron la parodia de la última cena que se hizo con el número de las drag queens, poniendo en paralelo una foto de esa secuencia con otra del conocido fresco de Leonardo da Vinci sobre ese tema: ¿De verdad era necesario?
Monsieur le Président, nous sommes tous heureux de ces jeux #Paris2024, et j’ai tout sauf envie de parler politique ce soir.
Mais était-ce vraiment nécessaire ?#ceremoniedouverture pic.twitter.com/tWa90JOu7n
— Laure Lavalette (@LaureLavalette) July 26, 2024
La izquierda y el Gobierno se felicitan
Las opiniones han sido de un signo totalmente opuesto entre los líderes de la izquierda, como el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, que se ha felicitado de que la ceremonia haya servido para poner en valor los valores de libertad, igualdad y fraternidad, a los que se han añadido sororidad, paridad e inclusión.
También han sido muy elogiosas las reacciones de miembros del Gobierno, como la ministra de Igualdad, Aurore Bergé, que ha querido destacar las alusiones a nuestra historia, nuestras luchas, nuestra energía, nuestra creatividad, nuestra diversidad, nuestras palabras, nuestros artistas, nuestros atletas, nuestra apertura al mundo.
En cualquier caso, una escena ha puesto a todo el mundo de acuerdo, la intervención sorpresa de la cantante canadiense Céline Dion, que rindió homenaje a Edith Piaf y a su “Himno al amor”, que ha generado un reconocimiento unánime.
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