Redacción Ciencia, 29 sep (EFE).- Los perros son capaces de oler cuándo está estresada una persona. Esto se debe a que los procesos fisiológicos asociados con una respuesta de estrés sicológico agudo producen cambios en la respiración y el sudor humanos que son captados por estos animales.
Investigadores de la Universidad de Queen, en el Reino Unido, concluyeron que los perros son capaces de detectar esas señales fisiológicas con una precisión del 93.75 %. Los resultados de la investigación se publicaron en la revista Plos One.
Debido al extraordinario sentido del olfato de los perros, los investigadores se preguntaron si podrían sentir señales químicas para responder a los estados sicológicos de sus dueños: han concluido que sí.
Para ello, recolectaron muestras de aliento y sudor de personas no fumadoras que no habían comido ni bebido recientemente, antes y después, así como después de una tarea aritmética de ritmo rápido. Posteriormente, se comprobaron los niveles de estrés a partir de algunas medidas fisiológicas objetivas, como la frecuencia cardíaca o la presión arterial.
Las personas que mostraron un aumento en el estrés con esas tareas experimentaron un aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, y los perros (de diferentes razas y mezclas de razas) fueron capaces de diferenciar las muestras de las personas que habían mostrado ese estrés y las de aquellas que se habían mantenido relajadas durante la prueba.
Relación con los caninos
Los autores subrayaron que este hallazgo, además de profundizar en las relaciones entre humanos y perros, podría tener importantes aplicaciones para el entrenamiento de canes capaces de ayudar a personas que padecen ansiedad o un trastorno por estrés postraumático.
En la misma revista, investigadores de la Universidad de Glasgow publicaron los resultados de otra investigación. En esta se identificó cuáles son los comportamientos de los perros que sus dueños perciben que son los más importantes para vincularse con sus mascotas.
Para tener una visión profunda de los vínculos entre los humanos y sus perros, los investigadores efectuaron un estudio en el que participaron 153 propietarios de perros. Asimismo, plantearon a los participantes preguntas abiertas sobre qué comportamientos caninos sentían que eran especialmente importantes para establecer y mantener su vínculo con su perro.
Los investigadores han subrayado la importancia de este trabajo ya que los robots con comportamientos sociales se proponen como una solución para aliviar la soledad de las personas y desafíos como el envejecimiento. Además, en muchos lugares se está explorando la posibilidad de desarrollar robots inspirados en perros que puedan formar vínculos similares con los humanos.
Ese esfuerzo, han observado, requiere una comprensión más profunda de los comportamientos específicos de los perros que propician esos vínculos con los humanos.
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