Ciudad del Vaticano, 23 nov (EFE).- El papa Francisco abogó hoy por un nuevo Humanismo abierto sabiamente a otras culturas de todo el mundo para afrontar las inquietantes preguntas del futuro, en un mensaje a la Asamblea del Pontificio Consejo para la Cultura.
El Papa defendió que las Sagradas Escrituras ofrecen las coordenadas esenciales para una antropología en conexión con el tiempo y el espacio en el que viven los hombres y mujeres, después de siglos de un fecundo humanismo grecolatino y bíblico.
Sin embargo, el humanismo bíblico y clásico hoy debe abrirse sabiamente para acoger, en una nueva síntesis creativa, también las aportaciones de la tradición humanista contemporánea y de otras culturas, recomendó.
En concreto, abogó por integrar en esta nueva visión la visión holística de las culturas asiáticas, la solidaridad de las africanas, propicias para superar el excesivo individualismo típico de la cultura occidental, o la antropología de los pueblos latinoamericanos, con su vivo sentido de la familia y la fiesta.
Y también las culturas indígenas de todo el planeta.
En estas diferentes culturas existen formas de un humanismo que, integrado en el humanismo europeo heredado de la civilización grecorromana y transformado por la visión cristiana, es hoy el mejor medio para hacer frente a las inquietantes preguntas sobre el futuro de la humanidad, señaló.
El papa afirmó que hoy está en marcha una revolución -sí, una revolución- que toca los nudos esenciales de la existencia humana y exige un esfuerzo creativo de pensamiento y acción y recordó que la pandemia ha puesto en jaque las certezas y fragilidades del actual modelo social y económico.
La caridad se alegra de ver que el otro crece, y sufre cuando el otro está angustiado: solo, enfermo, sin hogar, despreciado, en situación de necesidad… La caridad es el impulso del corazón que nos hace salir de nosotros mismos y que suscita la compartición y la comunión.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) November 23, 2021
Tradición
A su juicio, en la era de la liquidez o de lo gaseoso, están cambiando estructuralmente las formas de entender la generación, el nacimiento y la muerte, se cuestiona la especificidad del ser humano en el conjunto de la creación e incluso su singularidad frente a otras especies y hasta máquinas.
En esta concepción de la existencia humana, consideró, la Iglesia no puede limitarse siempre a la negación y la crítica, sino que está llamada a repensar la presencia del ser humano en el mundo a la luz de la tradición humanista.
¿Qué significa hoy ser hombre y mujer como personas complementarias llamadas a relacionarse? ¿Qué significan las palabras ‘paternidad’ y ‘maternidad’? Y además, ¿cuál es la condición específica del ser humano, que lo hace único e irrepetible frente a las máquinas e incluso a otras especies animales? ¿Cuál es su vocación trascendente? ¿De dónde viene su llamada a construir relaciones sociales con los demás?, cuestionó Francisco.
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fm/ir