Roma, 26 abr (EFE).- Entre una mezcla de emoción, tristeza, respeto y la sensación de vivir un momento histórico, miles de fieles dieron su último adiós este sábado a Francisco al llegar su féretro a la basílica de Santa María la Mayor de Roma, donde fue enterrado tras un masivo funeral.
En medio de un amplio cordón de seguridad y de vallas que cerraban el acceso a la plaza, miles de personas se fueron congregando en su entorno desde primera hora de la mañana para presenciar la llegada del pontífice para su entierro.
EN VIVO | Funeral del Papa Francisco desde la Plaza de San Pedro del Vaticano
Al llegar el cortejo fúnebre al templo con el ataúd de Francisco, los fieles aplaudieron emocionados en unos minutos de máxima solemnidad, mientras personas pobres, sin hogar y refugiados -máximo exponente de los ‘marginados’ a los que apelaba el papa- le recibían en el acceso a la basílica.
“Fue un momento muy emocionante. Él fue un gran papa”, dijo a EFE Jeronima Teixeira, una portuguesa que llegó ayer desde la ciudad de Oporto para estar en primera persona en el funeral, donde lloró de la emoción como tantos otros fieles.
Según Teixeira, muchos católicos “tenían un lazo muy fuerte” con Francisco, por lo que “valió la pena hacer el viaje” desde lejos para estar presente en las exequias.
Esperando al entierro del Papa Francisco
Tras la entrada del féretro en Santa María la Mayor, algunos congregados comenzaron a marcharse, pero muchos otros siguieron en la plaza ante la basílica con la certeza de que en su interior se iba a realizar el entierro en privado del papa.
Mientras en la plaza se seguía rezando un rosario que sonaba por los altavoces, Anna, una italiana de la región de Calabria (sur), explicaba que había llegado a Roma como peregrina.
“Es un momento de gran conmoción”, dice a EFE, aún llorando con “tristeza” por el fallecimiento del papa pero contenta por el hecho de que haya tenido lugar esta multitudinaria despedida pública, con 250.000 personas en la plaza de San Pedro y aledaños y otras 150.000 que le arroparon durante su último viaje por el corazón de la ciudad, que tras atravesar la Vía de los Foros Imperiales bordeó el Coliseo para dejar una imagen histórica.
El papa fué enterrado en una tumba sencilla en Santa María la Mayor, hecha con mármol de la región italiana de Liguria, de dónde eran sus abuelos maternos.
El pontífice muerto el pasado lunes a los 88 años era muy devoto de la imagen mariana ‘Salus Populi Romani’, iba a rezar a menudo ante este icono de la Virgen María y transmitió su expreso deseo de ser enterrado en el templo.