Sololá, 26 oct. (AGN) – Con el objetivo de aumentar la cobertura de tul en la zona litoral del lago de Atitlán y así mejorar la calidad ambiental del lago, se efectuó siembra 52 macollas de tul en la playa El Jaibal.
La siembra de tul en los municipios con zona litoral en el lago Atitlán cuenta con la cooperación y apoyo interinstitucional, así como, la educación ambiental e inclusión de diversos sectores sociales en actividades para mejorar la calidad ambiental del lago Atitlán.
El tul es una planta autóctona que se encuentra en las orillas del Lago y posee cualidades que disminuyen la contaminación, pues sus raíces filtran el agua de manera natural. Además de oxigenar al Lago, el tul ofrece ecosistemas a numerosas especies acuáticas y aves migratorias.
Detalles
Eliazar Peralta Delegado de Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) informó:
En estos días se tuvo la siembra de 52 macollas gracias al apoyo de diferentes instituciones. La finalidad principal es seguir conservando el sistema acuático. La actividad se hizo específicamente en el lugar conocido como El Jaibal.
Además, Peralta recordó que estas actividades se efectúan en las orillas del lago de Atitlán.
Recordemos que este tipo de ecosistema es el que nos sirve para tener el filtro de todo lo que pueda ser algún contaminante. También sirve como nicho ecológico para diferentes especies acuáticas como aves, crustáceos.
Además, los expertos indicaron que el tul en su punto de maduración contribuye a la economía local, puesto que se pueden elaborar artesanías locales, como los conocidos petates.
Para la siembra de tul en la playa en el lago de Atitlán se cuenta con la colaboración de Amigos del Lago de Atitlán, Conap, Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Atitlán y su Entorno (Amsclae) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación.
Importancia del tul
En el lago de Atitlán se han identificado dos tipos de tul: Schoenoplectus californicus comúnmente conocido como tul macho, utilizado para la elaboración de artesanías como petates y sopladores; y Typha domingensis, conocido como tul hembra, utilizado principalmente para amarrar cangrejos de agua dulce.
Su cultivo controlado contribuye a disminuir la erosión de las playas. Además, sirve de barrera viva para captar la basura, cuando los desechos sólidos quedan retenidos entre los juncos, lo cual facilita su recolección. Una de sus cualidades más importantes es de ser un filtro natural que remueve el fósforo, el nitrógeno y otros nutrientes que dejan los jabones y abonos químicos y que sirvan para alimentar a las cianobacterias.
Con información de Mario Guzmán
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