Ciudad de Guatemala, 8 ago. (AGN).- La Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Élite del Sistema Penitenciario (SP) entre el 15 de enero y el 31 de julio, han llevado a cabo más de 98 requisas. Estas operaciones se han ejecutado en colaboración con diversas divisiones y departamentos de la PNC, así como con otras entidades gubernamentales.
El objetivo principal de estas acciones es fortalecer e incrementar las inspecciones en cada sector de los 22 centros carcelarios situados en diferentes departamentos del país.
Las autoridades de la Subdirección General de Investigación Criminal (SGIC) han informado que las diligencias son continuas y meticulosas. Estas inspecciones buscan localizar objetos prohibidos que podrían estar ocultos en diversos lugares, como caletas, tragantes, paredes, tuberías, árboles y bajo tierra en áreas abiertas. La incautación de estos artículos evita que los privados de libertad los utilicen para alterar la paz y seguridad de los ciudadanos.
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— MinGob (@mingobguate) August 4, 2024
Incautaciones y seguridad
Los objetos incautados durante estas requisas no podrán ser usados por los reclusos, lo cual contribuye significativamente a mantener la seguridad dentro y fuera de los centros penitenciarios. Un ejemplo destacado de estos esfuerzos tuvo lugar el pasado 2 de junio, cuando se recuperó completamente el control del Centro de Alta Seguridad Canadá, conocido como “El Infiernito”.
En este centro carcelario encontraron objetos que nunca debieron estar ahí, como:
- equipos de sonido
- aire acondicionado
- refrigeradoras
- animales exóticos y de granja
En esa ocasión, se realizó el traslado de 225 miembros de la Pandilla del Barrio 18, todos condenados por diversos delitos, bajo estrictas medidas de seguridad.
Francisco Jiménez, ministro de Gobernación, subrayó la importancia de este logro, destacando que por primera vez en más de una década, el Estado de Guatemala ha recuperado el control total de la cárcel “El Infiernito”. Este avance marca un hito en la gestión penitenciaria del país y sienta las bases para futuras mejoras en la seguridad y administración de las cárceles.
Actualmente, se están llevando a cabo trabajos de renovación en las instalaciones de “El Infiernito” con la finalidad de transformarla en un centro penitenciario de máxima seguridad.
Estas reformas incluyen la modernización de las infraestructuras y la implementación de nuevas medidas de seguridad, con el objetivo de prevenir cualquier tipo de actividad ilícita y garantizar un entorno seguro tanto para los reclusos como para el personal penitenciario.
Compromiso con la seguridad
El compromiso del Gobierno con la seguridad carcelaria se refleja en la constancia y rigor de las inspecciones. Cada requisa no solo busca incautar objetos ilícitos, sino también disuadir a los reclusos de intentar introducir y utilizar estos artículos. Este enfoque integral es fundamental para mantener la estabilidad y el orden dentro de los centros penitenciarios, así como para proteger a la sociedad en general.
Las operaciones de requisa han contado con el apoyo de diversas divisiones y departamentos de la PNC, así como con la colaboración de la Fuerza Élite del Sistema Penitenciario.
Resultados y perspectivas
Los resultados obtenidos hasta la fecha son una muestra del impacto positivo de las requisas y del trabajo conjunto de las autoridades. La recuperación de “El Infiernito” y la transformación en curso de sus instalaciones son ejemplos concretos de los avances logrados. Sin embargo, las autoridades reconocen que aún queda mucho por hacer y se comprometen a continuar con las inspecciones y mejoras necesarias para asegurar un sistema penitenciario eficiente y seguro.
El esfuerzo coordinado de las autoridades de la PNC, la SGIC y la Fuerza Élite del Sistema Penitenciario está produciendo resultados tangibles en la mejora de la seguridad carcelaria en Guatemala.
Las más de 98 requisas realizadas este año representan un paso significativo hacia el fortalecimiento de la seguridad y el control dentro de los centros penitenciarios del país, asegurando que los reclusos no puedan utilizar objetos ilícitos para alterar la paz y seguridad de los ciudadanos.
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