Ciudad de Guatemala, 21 dic. (AGN).- El Ministerio de Cultura y Deportes (MCD) dio a conocer que este día Guatemala presencia un fenómeno astronómico de gran significado: el solsticio de invierno, momento en el que se registra el día más corto y la noche más larga del año. Este evento ocurre cuando el Sol alcanza su punto más austral en el cielo, reduciendo al mínimo las horas de luz solar en el hemisferio norte y dando paso a una noche prolongada que invita a la reflexión y al recogimiento.
Aunque se trata de un acontecimiento natural que se repite anualmente, su impacto va más allá de lo científico. En distintas partes del mundo, y especialmente en culturas con una profunda relación con la naturaleza, el solsticio ha sido observado y celebrado durante siglos como un punto de cambio y renovación.
☀️🌙 Hoy celebramos el día más corto y la noche más larga del año, con el solsticio de invierno.
Hasta hoy, conserva un fuerte valor simbólico y cultural en distintas tradiciones.#AlPuebloDignoSeLeResponde pic.twitter.com/Vjd5yaS4tq
— Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala (@McdGuate) December 21, 2025
Un legado cultural que perdura en el tiempo
De acuerdo con el MCD, el solsticio de invierno conserva hasta hoy un fuerte valor simbólico y cultural en diversas tradiciones. Para los pueblos originarios de Mesoamérica, el movimiento del Sol era fundamental para la organización de la vida cotidiana, la agricultura y las ceremonias espirituales. La observación del cielo permitía comprender los ciclos de la naturaleza y armonizar las actividades humanas con el entorno.
En este contexto, el solsticio representaba un tiempo de transición: el cierre de un ciclo y el anuncio paulatino del regreso de la luz. La noche más larga no era vista como un final, sino como una pausa necesaria antes del renacer del Sol, un símbolo de esperanza y continuidad.
Actualmente, el solsticio de invierno continúa siendo una oportunidad para reconectar con la naturaleza y reconocer la sabiduría ancestral que aún forma parte de la identidad cultural guatemalteca. El MCD resaltó la importancia de valorar estos momentos como parte del patrimonio inmaterial del país, ya que fortalecen el vínculo entre la historia, la cosmovisión y las nuevas generaciones.
Más allá de la ciencia, esta fecha invita a detenerse, observar el entorno y recordar que la vida se rige por ciclos. En medio de la noche más larga del año, el solsticio de invierno se convierte en un recordatorio de que incluso en la oscuridad, la luz siempre encuentra la manera de regresar.
Una noche larga que anuncia nuevos comienzos
Con el solsticio de invierno inicia un proceso gradual en el que los días comienzan a alargarse nuevamente. Así, Guatemala no solo experimenta un fenómeno astronómico, sino también un momento cargado de significado cultural y espiritual, donde tradición, naturaleza y esperanza se entrelazan bajo el mismo cielo.
Lea también:
En Gaza, la Navidad vuelve a abrirse paso tras 2 años de guerra y celebraciones reducidas
lr/dc













