Ciudad de Guatemala, 20 oct (AGN).- Amatitlán vuelve a colocarse en el mapa, y lo hace con un escenario que va más allá del deporte. Durante los Juegos Centroamericanos 2025, este municipio del sur de Guatemala será protagonista al recibir a miles de visitantes que no solo llegarán a competir o a alentar, sino también a descubrir la riqueza de un lugar que combina tradición, historia y un lago que hoy lucha por renacer.
Con el inicio del ciclo olímpico, el lago de Amatitlán cobrará un papel simbólico y deportivo. Este cuerpo de agua, que durante décadas fue refugio de familias capitalinas y punto de encuentro para la recreación, hoy busca mostrar su mejor versión, luego de años de esfuerzos por rescatarlo de la contaminación. La Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Amatitlán (AMSA) ha encabezado una cruzada ambiental para devolverle vida a un recurso que es vital no solo para el municipio, sino para toda la región metropolitana.
Amatitlán, un pueblo con alma propia
A pocos kilómetros de la capital, rodeado de cerros y montañas, Amatitlán respira con un ritmo distinto. Con sus más de 150 mil habitantes, es un municipio que guarda una identidad marcada por sus ferias, su gastronomía y sus costumbres. En mayo, la feria patronal lo llena de música, colores y aromas; el chirín, ese caldo tradicional, se convierte en símbolo del sabor amatitlaneco, y la calidez de su gente lo diferencia de la rutina acelerada de la ciudad.
Su historia también lo engrandece. Antes de llevar el nombre actual, se conoció como Pampichí y Tzacualpa. Fue elevado a departamento en 1866, aunque esa condición la perdió en 1935 durante el gobierno de Jorge Ubico, comparte Donald Monzón, vecino de la región. Pese a los cambios administrativos, Amatitlán nunca perdió su esencia: es un lugar que combina modernidad con tradición.
Las mengalas, esos trajes de colores vivos que antaño portaban las mujeres que vendían a la orilla del lago, siguen siendo parte de su identidad. No es solo un vestido, es historia y orgullo, cuenta María Paula, vecina del lugar, convencida de que las mujeres amatitlanecas han sido pilar en la construcción cultural de la comunidad.
El lago de Amatitlán resiste a las adversidades
El lago de Amatitlán ha sido testigo de los mejores y peores momentos del municipio. Por décadas fue sinónimo de recreación y descanso familiar, pero la contaminación lo ha golpeado duramente. Aun así, nunca perdió su espíritu.
Estamos convencidos de que el lago tiene salvación, asegura la doctora Enma Díaz, directora ejecutiva de AMSA. Bajo la actual administración de Gobierno, se instaló un laboratorio biomolecular para analizar mejor la calidad del agua y proteger la vida que aún habita en sus profundidades. No obstante, también lanza un recordatorio: La tecnología ayuda, pero el cambio real depende de nosotros los guatemaltecos. Debemos dejar de tirar nuestros desechos en el lago. Solo así podremos hablar de un futuro distinto.
Ese esfuerzo coincide ahora con la llegada de los Juegos Centroamericanos. Que las competencias de navegación a vela se desarrollen aquí no es un hecho menor; simboliza que el lago aún tiene capacidad de atraer vida, deporte y visitantes, como lo hizo en sus mejores momentos, no tan lejanos.
Los Juegos llegan a Amatitlán
Del 25 al 30 de octubre, las aguas del lago serán escenario de la navegación a vela en la rama masculina. La cancelación de las pruebas femeninas, tras la baja de Belice, dejó fuera a guatemaltecas como Josselyn Echeverría y Cristina Castellanos, quienes soñaban con competir en casa. Aun así, la ilusión no se apaga.
Es complicado explicar lo que se siente al estar en el agua compitiendo, uno se desconecta gracias a la vela. Que Guatemala sea sede del inicio del ciclo olímpico nos da una responsabilidad doble, comenta Josselyn, quien pese a no participar en esta ocasión, hace un llamado a la unidad nacional: Cuando se compite no se hace por nombre, se hace por el nombre de nuestro país.
Amatitlán se prepara para recibir a delegaciones, periodistas y visitantes de todo el istmo. Sus calles, su feria, sus sabores y gente serán testigos de un evento que trasciende lo deportivo. Para los vecinos, será la oportunidad de mostrar la otra cara de un municipio que, más allá de las noticias difíciles, mantiene viva su hospitalidad y su identidad.
Amatitlán está listo para los Juegos Centroamericanos 2025
Amatitlán se abre a Centroamérica no solo como sede de una disciplina deportiva, sino como ejemplo de resiliencia. El lago, aunque herido, sigue de pie. Su gente, orgullosa, mantiene tradiciones que se resisten a desaparecer. Y los Juegos son la excusa perfecta para recordarle al país y a la región que siempre hay lugar para un nuevo comienzo.
Entre el murmullo de sus aguas y la calidez de su gente, Amatitlán demuestra que la historia no está escrita en piedra, sino en la voluntad de quienes luchan por preservar lo suyo. Del 25 al 30 de octubre, cuando las velas naveguen en su lago, no solo será solo el deporte el que gane protagonismo, sino también la esperanza de un pueblo que abre los brazos para recibir a Centroamérica y mostrar que aún es posible renacer.
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