Ciudad de Guatemala, 12 sep (AGN).- El presidente Bernardo Arévalo advirtió este jueves de que los guatemaltecos que viven en un sistema democrático, en una democracia que, entre tumbos, se ha mantenido desde 1986, requieren del bienestar proveniente del crecimiento de la economía nacional y que favorezca a la mayoría de la población.
El Presidente encabezó la sesión del Foro Regional Esquipulas 2025. “40 años de la Democracia en Guatemala y Nuevas Rutas de Integración para la Prosperidad Regional”, celebrada en esta capital.
En el evento participó el expresidente Vinicio Cerezo, quien gobernó Guatemala de 1986 a 1991, uno de los artífices de los Acuerdos de Paz de Centroamérica, denominados Esquipulas I y II, y el exvicepresidente y excanciller, Eduardo Stein, entre otros líderes políticos.
Si bien es cierto que se ha avanzado mucho en estos 40 años, y que a nivel internacional somos uno de los pocos países que continúa avanzando en la ruta de la democratización, nos falta mucho por hacer, expuso el presidente Arévalo.
Y añadió:
No hemos alcanzado un Estado que efectivamente garantice la equidad del acceso de todos sus habitantes a derechos fundamentales como la educación, la salud.
La macroeconomía no se traduce en beneficio para la población
Tampoco hemos logrado construir una institucionalidad pública que, efectivamente, esté al servicio de la población porque estuvo condicionada a un poder político corrupto, indicó en el foro internacional organizado por la Fundación Esquipulas de Guatemala.
Destacó que la economía guatemalteca se desarrolla y presenta datos macroeconómicos que son la envidia de muchos de los países vecinos.
Sin embargo, son de poco consuelo si no se ven traducidos en una economía que beneficie al conjunto de la población y no solo a algunos, indicó en el evento en el que participan expresidentes, funcionarios, académicos y dirigentes políticos latinoamericanos.
Al respecto, el mandatario enfatizó:
La tarea es empezar a gobernar, a trabajar, a esforzarnos, a participar para reducir esos déficits, para cerrar esas brechas, para lograr que los avances en la democracia se traduzcan en resultados concretos de bienestar para la población.
El presidente Arévalo puntualizó que la tarea que nos queda es enorme y citó a propósito las demandas de la población por problemas en seguridad, en salud, en educación.
Consideró que se justifican estos reclamos porque durante décadas el Estado en Guatemala no funcionó para servir a su población, sino que funcionó para servir a quienes estaban en ese momento en control del Estado.
Democracia, proyecto de élites, pero sostenida por la sociedad civil
Reflexionó en el sentido de que la democracia nació como un proyecto de élites, pero eso es lo que sucede con la mayoría de los procesos de democratización alrededor del mundo, según estudios de los expertos.
Al respecto, indicó que aun cuando la democracia en Guatemala nace como un proyecto de élites, el proceso democrático se ha sostenido desde entonces gracias al pueblo.
Por ello sentenció:
Esta es una democracia que en estos 40 años ha sido apropiada por una población que se ha tirado a las calles a defenderla cuando ha sido necesario: en el 2015, en el 2020, en el 2023.
Reiteró que no han sido las élites las que han llamado al pueblo a salir a defender la democracia, como se creería.
Ha sido la ciudadanía, los pueblos originarios, la sociedad civil, en general, las que se han tirado a las plazas a defender esta democracia, que a pesar de que le falta mucho para dar las respuestas concretas, es la mejor oportunidad que tenemos para surgir como país.
La democracia es el mejor camino para lograr el desarrollo
Ratificó que la democracia en sí, no trae la solución a los problemas, pese a que durante mucho tiempo pensamos que los problemas del desarrollo se iban a acabar en el momento que tuviéramos un régimen democrático.
Esto no fue así, porque la democracia no soluciona ningún problema del desarrollo, pero es la mejor forma para buscarle solución a los problemas del desarrollo, aseveró.
También afirmó que se desvirtuó la idea de la consolidación de las democracias, y ejemplos de este principio fallido es lo que ocurre con sistemas democráticos en Europa y hasta en Estados Unidos.
Las democracias no se consolidan nunca, pues se requiere trabajarlas. reforzarlas, desarrollarlas en el día a día.
Recalcó que se trata de un trabajo cotidiano y continuo, que requiere asumir el compromiso con los principios y ser consecuentes para seguir avanzando en la ruta de la democracia.
Hoy, conmemoramos 40 años de esa ruta, que fue abierta por pioneros como el expresidente Cerezo y otros tantos líderes.
En consecuencia, la democracia nos debe comprometer a todos a entender que este -la democracia- es el mejor y único camino válido para perseguir la solución a los problemas del desarrollo.
El foro fue convocado por la Fundación Esquipulas y analizó en la sesión de un día temas como logros y retos de la democracia luego de cuatro décadas y las oportunidades para seguir fortaleciendo la integración regional.
Los expresidentes de Costa Rica, Laura Chinchilla (2010-2014) y Luis Guillermo Solís (2014-2018), y de Bolivia, Carlos Mesa (2003-2005), figuraron entre los ponentes en el foro, que se clausuró la tarde de este jueves en una sesión que lideró la vicepresidenta Karin Herrera.
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