Suchitepéquez, 08 (AGN). — La sede de la Gobernación Departamental de Suchitepéquez se convirtió en el epicentro regional de un diálogo urgente: la inclusión real de las personas con discapacidad. Representantes de oficinas municipales de discapacidad de distintos puntos del país —incluyendo Quetzaltenango, Sololá, Totonicapán, Escuintla, Huehuetenango, Retalhuleu y varios municipios anfitriones— se reunieron este martes para participar en el Encuentro de Oficinas Municipales de Discapacidad.
El evento, encabezado por María Pérez Chau, delegada del Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad (Conadi) en Suchitepéquez, abrió con un llamado claro: Necesitamos llevar la empatía fuera de los marcos institucionales y hacer de la inclusión una práctica cultural, cotidiana, ineludible.
Suchitepéquez tiene una cifra que no admite indiferencia: el 9.9% de su población mayor de cuatro años aproximadamente 58 mil personas vive con al menos una discapacidad. La estadística, más allá del dato, se convirtió en la brújula del diálogo: cómo garantizar acceso, dignidad y visibilidad para este grupo históricamente invisibilizado.
Los retos
Durante su intervención, la gobernadora departamental, Mariana Enríquez, destacó el esfuerzo reciente por institucionalizar la atención a la discapacidad a través de la creación de la Comisión Departamental de Discapacidad (Codedis) dentro del Codede.
Nuestro reto es lograr que cada municipalidad de Suchitepéquez cuente con una oficina dedicada exclusivamente a la inclusión. A quienes ya la tienen, les llamó faros; porque están marcando el camino hacia el departamento justo y empático que queremos construir, afirmó Enríquez.
La presidenta de Conadi, Mayra Rivas, también estuvo presente y respaldó las iniciativas municipales, subrayando la urgencia de implementar el Manual de Accesibilidad Universal y formular políticas locales que integren de forma efectiva a las personas con discapacidad en todos los ámbitos: salud, educación, movilidad y empleo público.
Entre las mesas de trabajo se discutieron experiencias exitosas, retos comunes y estrategias para sensibilizar a la sociedad, desde las administraciones públicas hasta el tejido comunitario. El objetivo es claro: pasar del discurso a la acción, y de la asistencia a la participación plena.
Este encuentro no fue solo una reunión técnica. Fue un espejo de lo que falta por hacer y un reflejo de lo que ya se está logrando: una Guatemala más humana, donde nadie quede atrás.
Por Bryan Bojórquez/Gobernación Departamental de Suchitepéquez
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