Ciudad de Guatemala, 26 may. (AGN).- Danilo Parrinello es uno de los 88 diputados que conformaron la Asamblea Nacional Constituyente que decretó en 1985 la Constitución Política de la República.
Estos fueron elegidos el 1 de julio de 1984 con el objetivo de elaborar una nueva constitución, la cual cumplirá el próximo 31 de mayo 40 años de vigencia.
Durante una entrevista, recordó que tuvo la oportunidad de participar en al menos cinco comisiones en donde se debatieron los asuntos que serían prioritarios antes de ser discutidos en el Pleno.
Su participación
- ¿Tuvo su partido una propuesta de Constitución o alguna temática que les interesara impulsar en el texto constitucional?
Sí, todos los partidos representados en la constituyente llevamos algunas propuestas. El mandato que teníamos los constituyentes era velar por la vida, libertad, propiedad privada y la República. Garantizar que el guatemalteco pudiera ser feliz, no eran cosas muy sofisticadas.
- ¿Con qué fuerzas políticas se pudieron hacer alianzas para impulsar dichos temas o propuestas?
Con todas. No quiere decir que pensáramos igual todos, pero hay que recordar que era un tema geopolítico, estábamos en plena Guerra Fría e internamente estaba la guerrilla. Entonces los constituyentes buscábamos entendimientos, no enfrentamiento con diferentes puntos de vista.
Se logró hacer armonía, en algunos puntos no se pudo, pero en la mayoría de las propuestas sí se llegó a consensos. Había una comisión de los 30, ahí se dio la discusión fuerte, eran 88 diputados; había consensos de las bancadas, hubo largas discusiones hasta las 4:00 a. m.
- ¿Se vivió un clima de confrontación, de distensión o de armonía entre las diversas fuerzas políticas?
De armonía. Aunque hubo diferentes puntos de vista, nunca fue radical. Nunca hubo posiciones de odio o revancha. Es más, todos paramos de amigos. De diferentes partidos. A algunos se nos tachaba de extrema derecha a otros de extrema izquierda, pero no había tales extremos.
- Según su criterio, ¿cuál fue el tema o temas que más se discutieron en la Asamblea Nacional Constituyente?
Un tema que causó controversia fue el de la propiedad privada. Y se le quería agregar en función social, y eso abre la puerta a cualquier cosa, hasta podía legar a expropiaciones por propiedad social.
Otra discusión fuerte fue en torno al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social. Éramos algunos los que proponíamos que no fuera unitario, que el trabajador pudiera escoger si quería el del Estado, una empresa u otra, que se pudiera escoger, pero privó el que fuera único. Sin embargo, privó que tenía que ser único por tradición.
Consenso de propuestas
- ¿Considera que se escucharon y tomaron en cuenta las propuestas que hicieron los diversos sectores de la sociedad?
Sí, la actual Constitución es la que más ha durado en la historia de Guatemala. ¿Por qué? Porque se escuchó a todos los sectores del país, contiene el sentir de todos los sectores y tuvo el aval de más del 80 por ciento de los electores. Ha sido la elección más votada en la historia del país. También porque es la constitución más democrática que ha existido en la historia del país.
Mucha gente por su ideología habla de la Constitución del 45, esta no permitía que votaran varios sectores como la mujer, constitución del 56 por un golpe de Estado, la del 65 se hizo a puerta cerrada y solo la llevaron para su aprobación.
Esta se hizo abierta, la prensa estuvo permanentemente supervisando, a todo el que quiso llegar a manifestarse, se le recibió.
Yo puedo asegurar absolutamente que es la mejor constitución que hemos tenido en la historia.
- ¿Considera que hubo presiones de los poderes facticos para abordar ciertos temas?
No, nadie, ni el Ejército, nos impuso una palabra. Se platicaron cosas exactamente con el Ejército, porque hay que recordar que veníamos de una dictadura.
No nos obligaron a absolutamente nada. Quien diga lo contrario, es un mentiroso.
- ¿Cuál considera el mayor avance en la temática constitucional en relación con las constituciones anteriores?
Se creó el Tribunal Supremo Electoral independiente y autónomo, Procuraduría de Derechos Humanos y Corte de Constitucionalidad.
Hay algo que se nos pasa, se le dio un porcentaje del presupuesto nacional a las municipalidades, se creó el municipalismo.
También se le dio un porcentaje del presupuesto nacional a las municipalidades para que fueran autónomas porque dependían del Gobierno central.
Se creó la Corte de Constitucionalidad, para mantener la Constitución en lo que dice en su espíritu en lo escrito, y sin embargo, ahí está por 40 años.

Reformas constitucionales
- ¿Considera que se necesitan reformas constitucionales, de qué tipo o de qué temas?
Podría hacerse una corrección, no necesitamos ningún cambio, pero podría retirarse el texto original.
No hay cambios profundos que debieran hacerse a la Constitución y hay algo más, ¿quiénes lo harían? Viendo los congresos que hemos tenido en los últimos años, me daría mucho miedo que personajes como los que todos conocemos pudieran llegar a manosear la Constitución.
Si hay que hacer alguna modificación, hay que pensarlo mucho.
Que a mí me parezca importantísimo podría, hay gente que podría repensarse que la Corte de Constitucionalidad fuera una sala de la Corte Suprema de Justicia.
- ¿Su sentir por los 40 años de la Constitución Política de la República?
Yo tuve la fortuna de estar en cinco comisiones desde la junta directiva instaladora, la comisión de estilo, asuntos económicos sociales, la comisión de los 30 que redactó la base de la Constitución.
Me sentí muy satisfecho, porque lo hicimos sin viáticos, sin carro, estábamos haciendo algo para Guatemala. Y ya suman 40 años y seguimos con la misma Constitución, es una satisfacción que me permite decir “yo formé parte de la historia del país”.
- ¿Qué consejo les daría a las las personas que pudieran tener a su cargo los cambios a la Constitución?
Primero, debiéramos tener en mente la experiencia que ha tenido la humanidad, por ejemplo, pensar en temas de socialismo, me parece ridículo, en ninguna parte del mundo ha funcionado. Estos temas con absurdos, a quienes pudieran hacer un cambio en la Constitución, mi mayor consejo sería conocer a los que fueran a hacerlo ad honorem, que lo hicieran por Guatemala, no por ganar.
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bl/ir