Tecpán Guatemala, Chimaltenango, feb (AGN).- El monte Ratzamut, situado en el actual Tecpán Guatemala, Chimaltenango, fue el elegido por el pueblo cakchiquel para asentarse, luego de su separación de los quichés.
Este monte, rodeado de barrancos, era el sitio perfecto por su ubicación geográfica, que le permitiría mantener control sobre la única vía de acceso.
La fundación de Iximché ocurrió en 1465 y el nombre de la antigua ciudad deriva de ixim, que significa maíz, y chee, equivalente a árbol.
Sus fundadores provienen de dos casas. Bajo la casa Xajil, al frente estaba Wuku’ B’atz, mientras que bajo la casa Sotzil, Lajuj aj.
Desde ese año, y bajo el mando de ambos señores, los cakchiqueles comenzaron a construir la primera ciudad y capital del reino, que se estima llegó a tener 40 mil habitantes.
Estructuras
Los historiadores creen que las piedras utilizadas para la construcción de esta ciudad provienen de la montaña ubicada en Tecpán, a pocos kilómetros.
Además, hay evidencia de que la piedra fue labrada y tallada con obsidiana, un cristal volcánico que fue muy utilizado como herramienta por los pueblos precolombinos.
Aunque se desconoce qué tipo de piedra fue empleada, los arqueólogos confirman que los materiales fueron unidos por arcilla y estuco para las edificaciones.
Actualmente, 556 años después de su construcción, Iximché es un parque arqueológico que guarda los vestigios de la antigua capital cakchiquel.
¿Qué se puede encontrar en Iximché?
La primera estructura que ve el visitante al ingresar a Iximché es el juego de pelota maya.
Es un área de 210 metros cuadrados ubicada bajo el nivel de la plaza principal y está protegida por muros. Los jugadores dominaban la pelota de caucho lanzándola con las caderas, muslos o rodillas.
Iximché está formada por 6 plazas, de unos 500 metros de longitud cada una e identificadas con letras mayúsculas del alfabeto latino: A, B, C, D, E y F.
En idioma cakchiquel, la plaza era llamada ni k’aj tz’ak (centro del pueblo).
Esta traducción sintetiza todo lo que regía aquella sociedad, ya que contenía casas de gobierno, palacios, salas de audiencia y templos.
Templos y funciones
Cada una de las plazas albergaba tres tipos de templos. Uno era el del sacrificio, utilizado para ofrecer seres humanos y animales. Sin embargo, las ofrendas de humanos no eran frecuentes, según los historiadores.
Este tipo de rituales se realizaban en ocasiones especiales, como cuando la tierra no producía. También cuando se presentaba una plaga o las condiciones climáticas causaban una baja producción, entre otros.
Para los sacrificios humanos, que eran llevados a cabo durante la noche, los cakchiqueles requerían de hombres correctos, fuertes y sin impedimentos físicos.
El hombre inmolado era colocado en el altar y su pecho era abierto para que la sangre corriera por un agujero que conectaba el templo con el suelo. Esto con el fin de que la madre Tierra recibiera la ofrenda del pueblo y escuchara sus plegarias.
El templo principal de la plaza era utilizado con más frecuencia para ceremonias con ofrendas y adoratorios al Ajaw.
Espiritualidad
Para los cakchiqueles la conexión con un ser supremo era de gran importancia. Por eso es que además de los templos grandes, también pueden identificarse altares sagrados ya sean cuadrados, rectangulares o circulares.
Hay altares en el interior de las pirámides, frente a las escalinatas, en el interior de las casas de gobierno, en los palacios y en las salas familiares.
El templo de ceremonias era utilizado para dictar sentencias. Quien cometía un error o una falta era llevado hasta la parte superior del templo para ser procesado. Para comprobar la veracidad de sus respuestas, el sacerdote se apoyaba de un cuarzo, que demostraba si la persona juzgada estaba diciendo o no la verdad.
El castigo impuesto era proporcional al delito o falta cometida. Sin embargo, hay indicios de que la pena mínima eran 25 azotes dobles, dados en la espalda del acusado mientras estaba acostado en una mesa de madera.
Otras áreas de las plazas
En las plazas de Iximché hay algo más que templos. Por ejemplo, en una de las plazas hay un área de banquetes, para las celebraciones y convivencias sociales.
Asimismo, frente a esta área, en el suelo, hay una cruz maya cuyos cuatro puntos están alineados con los puntos cardinales.
A la par de esta cruz maya hay un calendario que marca el ciclo calendárico del haab, de 365 días. En el suelo, el calendario maya está representado por una figura con 20 esquinas, que representan cada día del mes.
En total, el ciclo haab tiene 18 meses de 20 días cada uno y una serie de cinco días, denominada wayeb.
A decir del historiador y sociólogo Aníbal Chajón, los cakchiqueles consideraban que en este período de cinco días podía ocurrir algún hecho adverso, nefasto o negativo. Ante ello, la población se preparaba con oración al Ajaw para recibirlos y así evitar alguna catástrofe.
Otro tipo de infraestructura utilizada consistía en un pequeño estanque dentro de la casa de gobierno, el cual servía a diario para el pronóstico del tiempo. El agua dentro de la pileta era observada para determinar si llovería, si estaría soleado o si podría ocurrir otro fenómeno climático.
En el sitio arqueológico Iximché es posible apreciar los templos y palacios, sin embargo, se estima que las casas de los cakchiqueles que no pertenecían a la realeza se encontraban en los alrededores.
Las plazas entonces eran visitadas para efectuar ceremonias y otras actividades, algo que sigue siendo realidad hasta hoy.
La primera ciudad de Santiago de Los Caballeros
Sin embargo, la forma de vida que adoptó el pueblo cakchiquel, desde su construcción en 1945, cambió con la llegada de los españoles liderados por Pedro de Alvarado, en 1524.
Al reunirse con los reyes, Alvarado les ofreció una alianza temporal para derrotar al pueblo quiché, la cual fue aceptada.
Sobre ello, Aníbal Chajón refiere que, según el Libro del Cabildo, que es un documento que registra las actas, fue en 1524 que los españoles asentaron un ayuntamiento en Iximché.
Este ayuntamiento consistía en una institución española que tenía la figura del alcalde, regidores y alguaciles para tomar decisiones políticas y militares.
Asimismo, con el hallazgo de correspondencia entre Pedro de Alvarado con el rey de España y Hernán Cortés, se confirmó la declaración de Iximché como capital de Guatemala, llamándola Santiago de los Caballeros de Guatemala.
No obstante, en agosto del mismo año los cakchiqueles se rebelaron contra los españoles, pues estos los habían engañado y exigían tributo. Derivado de esto, el pueblo maya decidió abandonar la ciudad y declarar la guerra al antes pueblo aliado.
Después, debido a los constantes ataques entre ambos pueblos y el incendio que provocaron desertores españoles, la capital del reino se trasladó en 1527 al valle de Almolonga.
Lugar sagrado
Actualmente, en el parque arqueológico Iximché se pueden realizar ritos o celebraciones mayas, brindar ofrendas o ejecutar actos de carácter sagrado.
Desde su construcción hasta la fecha, Iximché sigue siendo un lugar de gran riqueza espiritual.
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