Puerto Príncipe, 6 abr (EFE).- El sistema sanitario de Haití se enfrenta a un caos sin precedentes producto de la violencia de las bandas armadas, que no han excluido de sus objetivos hospitales y farmacias, que destruyen, saquean e incendian como parte de su estrategia de terror.
La acción de las pandillas, además de generar el éxodo de la población de diversas áreas del centro de la capital, han causado la paralización de la actividad en centros de salud públicos y privados que atendían a los más pobres y desfavorecidos.
El mayor hospital público del país, el Hôpital Général, fue ocupado durante varias horas por bandas armadas, acción que se suma al incendio de comisarías y dependencias policiales, al asalto a las dos mayores prisiones del país y a los intentos de tomar el control del Palacio Nacional.
México hace oficial hoy, sábado 6 de abril, la ruptura de Relaciones Diplomáticas con Ecuador.
Aquí el comunicado No. 128 fechado 6 de abril. https://t.co/jvT5G0kG6s— DiplomaciaGT (@DiplomaciaGT) April 6, 2024
El sistema sanitario agoniza
El doctor Ronald Laroche, director de una red de al menos 20 centros médicos en todo Haití, declaró:
Es una situación catastrófica. Asistimos a la destrucción sistemática del Estado-nación. Es la primera vez en la historia de Haití que grupos de bandidos deciden poner fin a la existencia de un país. Esta destrucción es algo que nadie podrá reconstruir.
El empresario dijo que le entristece ver que aún no se ha producido un levantamiento nacional ante esta situación y que los haitianos no acaban de ser conscientes de la dimensión de la catástrofe.
Al médico añadió:
No tengo la impresión de que el mensaje haya llegado con suficiente claridad. El país está destruido.
La situación actual, con hospitales cerrados y los laboratorios produciendo medicamentos con gran lentitud, afecta a un sistema sanitario ya deficiente de por sí, afectado por el éxodo masivo de médicos, enfermeros y farmacéuticos.
De hecho, el personal sanitario también es víctima de secuestros, y la falta generalizada de seguridad le impide acudir a los hospitales de la región de Puerto Príncipe, que está bajo control de las bandas que en un 80 % y donde vive un tercio de la población.
Miedo y caos
El deterioro del sector sanitario, que comenzó en 2018, adquirió una nueva dimensión con el asesinato del presidente Jovenel Moise en julio de 2021, y se ha ido deteriorado hasta llegar a una situación extrema a finales de febrero de 2024 como consecuencia del terror impuesto por grupos armados.
En la región de Puerto Príncipe (ZMPAP) continúan los ataques de bandas a centros sanitarios, lo que restringe aún más el acceso a la atención médica y a los medicamentos.
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