Redacción Ciencia, 21 abr (EFE).- En ocasiones, los datos que sirven para las investigaciones científicas cruzan fronteras y, en este caso, 30 años de mediciones climáticas recogidas en el Ártico y el Antártico se han transformado en una composición musical titulada “String Quartet No. 1 ‘Polar Energy Budget’”.
El compositor es el científico geoambiental japonés de la Universidad de Rissho Hiroto Nagai, que cuenta la historia de su composición para cuarteto de cuerda en la revista iScience, que dedica un espacio a explorar la conexión entre arte y ciencia.
Nagai espera que su composición, de seis minutos marque un punto de inflexión que suponga la transición de una era en la que solo los científicos manejan datos a otra en la que los artistas puedan aprovechar libremente los datos para elaborar sus obras.
Llamado de atención
Con esta composición el investigador pretende llamar la atención sobre el modo en que el clima se ve afectado por la entrada y salida de energía en los polos, resume la revista.
El inicio fue usar un programa para sonificar datos medioambientales asignando sonidos a los distintos valores de los datos.
Los datos, también disponibles para el público en general, se tomaron en cuatro ubicaciones polares, entre 1982 y 2022, entre ellos un emplazamiento de perforación de núcleos de hielo en la capa de hielo de Groenlandia y una estación por satélite en el archipiélago noruego de Svalbard.
Nagai usó datos de mediciones mensuales de radiación de onda corta y larga, precipitaciones, temperatura de la superficie y espesor de las nubes.
Esa colección de sonidos la transformó en una composición musical para dos violines, una viola y un violonchelo, en un proceso que implicaba pasos como asignar secciones de datos a los distintos instrumentos, superponer pasajes creados a partir de datos diferentes e introducir técnicas de interpretación musical como el pizzicato y el staccato.
Nagai también intervino de formas más artísticas introduciendo ritmo, eliminando deliberadamente ciertos sonidos e introduciendo partes manuscritas (no derivadas de datos) en la composición.
“String Quartet No. 1 ‘Polar Energy Budget’” se estrenó en la Universidad de Waseda, en Tokio, hace ahora un año, y uno de los violinistas, Haruka Sakuma, indicó que le pareció una pieza contemporánea típica, además la fluidez de la música era un poco difícil de memorizar rápidamente, y fue todo un reto al principio.
A diferencia de las representaciones gráficas de los datos, la música provoca emociones antes que curiosidad intelectual y sugiere, señaló Nagai, que el uso conjunto de representaciones gráficas y musicales de los datos podría ser aún más potente. EFE
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