Ciudad de Guatemala, 24 ago (AGN).- El Viceministerio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Visan) del Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (MAGA) está realizando jornadas de evaluación de proyectos comunitarios en varias regiones del país, incluyendo Guatemala, Chimaltenango y Quetzaltenango.
Esta iniciativa tiene como finalidad determinar la elegibilidad de dichos proyectos para integrarse al programa Alimentos por Acciones, una estrategia orientada a mejorar la calidad de vida en áreas rurales a través de incentivos alimentarios.
Los técnicos del Visan han comenzado a recorrer diferentes comunidades con el propósito de verificar que los proyectos cumplan con los criterios establecidos. Estos incluyen su capacidad para generar un impacto positivo en la calidad de vida de las familias.
Entre las actividades evaluadas se encuentran la limpieza de fuentes de agua, la construcción de huertos familiares y la edificación de gallineros, todos orientados a mejorar la seguridad alimentaria.
De acuerdo con representantes del Visan, estas iniciativas buscan incrementar el acceso a alimentos, y promover el desarrollo económico local y fortalecer la participación ciudadana. La sostenibilidad de estos proyectos es un aspecto clave, ya que se espera que, una vez implementados, contribuyan de manera continua a la mejora de las condiciones de vida en las áreas rurales.
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— Maynor Estrada (@MaynorEstradaGT) August 21, 2024
Proyectos en marcha
En el municipio de Amatitlán, por ejemplo, las comunidades han colaborado en la limpieza de reservorios y canales de agua. Este esfuerzo permitirá que las familias cuenten con una mayor disponibilidad de agua tanto para riego como para consumo humano, un recurso esencial en regiones con escasez hídrica. Según los técnicos involucrados, este tipo de actividades tiene un efecto directo en la calidad de vida, al mejorar la producción agrícola y asegurar el acceso a agua potable.
Por otro lado, en el departamento de Chimaltenango, los proyectos de huertos familiares han sido priorizados. Estos huertos tienen la capacidad de proporcionar alimentos frescos y nutritivos a las familias de la comunidad, una acción que contribuye significativamente a la lucha contra la desnutrición. La producción de alimentos en casa no solo asegura una fuente constante de nutrientes, sino que también reduce la dependencia de mercados externos.
En Quetzaltenango, el enfoque se ha dirigido hacia la construcción de gallineros. Estos gallineros permiten a las familias aumentar la producción de proteína animal, mejorando así su dieta diaria. Además, la crianza de aves ofrece una oportunidad de generar ingresos adicionales mediante la venta de huevos y carne. Este tipo de proyectos, según explican las autoridades, fomenta un modelo de autoabastecimiento que puede ser replicado en otras regiones del país.
El impacto de estos proyectos va más allá de la seguridad alimentaria. Al generar nuevas oportunidades económicas para las familias, se fortalece la economía local y se promueve la autosuficiencia. Este tipo de iniciativas son fundamentales para romper el ciclo de pobreza en las comunidades rurales.
Alimentos por acciones
El programa de Alimentos por Acciones es una estrategia implementada por el Visan para incentivar a las comunidades que llevan a cabo proyectos productivos y sostenibles. A través de este programa, se otorgan alimentos como incentivo a las familias que participan en actividades que mejoran su entorno y potencian su desarrollo.
Este modelo de intervención busca no solo mejorar la seguridad alimentaria, sino también crear una cultura de trabajo comunitario y sostenibilidad.
El enfoque del programa se basa en el principio de que el desarrollo sostenible debe partir de la participación activa de las comunidades. No se trata solo de entregar alimentos; se trata de enseñar a las personas a producir lo que necesitan de manera sostenible.
Fomento de la participación ciudadana y desarrollo local
Uno de los aspectos más destacados de esta jornada de evaluación es el fomento de la participación ciudadana. Las familias no son simples receptoras de ayuda, sino que se convierten en agentes activos del cambio en sus comunidades. A través del trabajo colectivo en proyectos como los huertos, gallineros y limpieza de fuentes de agua, se fortalece el tejido social y se promueve un sentido de responsabilidad compartida.
Además, el programa busca crear un impacto duradero, pues se espera que, al finalizar los proyectos, las comunidades sean capaces de continuar con las prácticas aprendidas, replicando los modelos productivos de manera autónoma. Este enfoque promueve no solo la mejora de la seguridad alimentaria, sino también el empoderamiento de las comunidades.
Con estas acciones, el Visan reafirma su compromiso con el desarrollo rural sostenible y la lucha contra la inseguridad alimentaria, asegurando que los proyectos comunitarios no solo transformen el presente, sino que también garanticen un futuro mejor para las familias guatemaltecas.
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