Totonicapán, 1 abr (AGN).- Desde la cabecera departamental de Totonicapán, hacemos un viaje de 65 kilómetros hasta la aldea La Esperanza. Anualmente, el Sábado de Gloria, Domingo de Resurrección y Lunes de Pascua esta comunidad es escenario de una actividad cultural que involucra a los tradicionales Patzcarines.
Estos personajes son interpretados por jóvenes vestidos con ropa cómoda y holgada, quienes portan una máscara de madera, elaborada por un vecino de la aldea, y una peluca hecha a base de lana de oveja. El atuendo se complementa con un chicote, parte fundamental de la danza que realizan durante sus presentaciones.
A lo largo de los años, varias generaciones han formado parte de este grupo cultual. Es una tradición que ha pasado de bisabuelos a abuelos, papás, hijos y hasta los nietos, quienes se han involucrado en su respectiva época. Esto ha hecho que el grupo sea reconocido y aplaudido por lugareños y visitantes.
Su patrono es Jesús de la Resurrección, cuenta el secretario de esa agrupación cultural, Adolfo Cruz García Lacán.
Tradición centenaria
De acuerdo con el entrevistado, la danza lleva más de 100 años de realizarse. Se inicia el Sábado de Gloria y finaliza el Lunes de Pascua.
El comité comienza con los preparativos desde el principio de la Cuaresma, cuando visita a los jóvenes que en años anteriores han participado. Durante esos encuentros se confirma si volverán a participar, para determinar con cuántos se cuenta para la nueva edición.
Al tener este dado, el autor de la Cofradía de la Imagen de Jesús de la Resurrección, junto a la directiva de la Danza de los Patzcarines, llega al hogar de cada uno de los participantes y les lleva miel y panes.
“Esta es una forma de agradecerles por la labor que realizarán durante los tres días estipulados”, indicó García.
Así es la celebración
El gran día para el grupo es el Sábado de Gloria, puesto que se inicia con esta tradición desde las 8:00 horas. Los bailarines, ya con su respectiva vestimenta, se presentan ante las autoridades comunitarias, quienes les dan la bienvenida y las recomendaciones pertinentes para que la actividad se desarrolle con tranquilidad.
“Es una tradición que el primer baile se realice frente a la alcaldía de la aldea; luego el grupo se dirige a la casa del alcalde, si él así lo desea. El siguiente punto es donde están las cofradías de las imágenes religiosas con las que se cuentan en la aldea”, narró el entrevistado.
Según dijo, esto se desarrolla entre el sábado y domingo. El Lunes de Pascua, por la mañana, la imagen de Jesús de la Resurrección está bajo la responsabilidad del autor actual, por lo que allí se hace un baile.
Horas después, en la tarde, se hace el cambio de autor de la cofradía y en su vivienda se realiza una presentación más.
“Son entre 35 y 45 Patzcarines quienes participan en la danzan; bailan al ritmo de una marimba sencilla, tradicional en nuestra aldea. Este sonido es muy bonito y a quienes tiene puesto un traje les hace disfrutar esta oportunidad de formar parte del grupo”, concluyó García.
Datos Curiosos
El grupo de los Patzcarines representan al primer papá, segundo papá y la mamá, quienes son interpretados por los participantes elegidos para el efecto. El resto tiene el papel de hijos.
Las melodías son ejecutadas desde una marimba sencilla, que desde hace años es utilizada para esta danza.
Antes de ser utilizado, el instrumento se lleva a una fábrica de marimba, ubicada en la aldea Barreneché. Ahí se revisa y se hacen los retoques necesarios para que los días en que se desarrollará la actividad funcione a la perfección.
Este año, los Patzcarines no saldrán a la calle, en cumplimiento con las disposiciones emitidas por las autoridades para prevenir casos de coronavirus (COVID-19).
Los lugareños están conscientes de la importancia de cumplir con estas normas, pero esperan que el próximo año puedan disfrutar de esta tradición, pues forma parte de su cultura.
Por Alberto Chaclán
Lea también
Más de 17 mil niños de San Marcos se beneficiarán con segunda entrega de alimento complementario
AGN ac/kg