Ciudad de Guatemala, 9 sep. (AGN).- El presidente Bernardo Arévalo sostuvo un acercamiento ameno con mujeres del departamento de Sacatepéquez, como parte de la gira A Tu Tierra.
Durante un conversatorio, las expositoras del Movimiento Nacional de Tejedoras lamentaron la industrialización, mercantilización y apropiación cultural de sus diseños y tejidos, que lastiman el elemento cultural e histórico que resguardan y llevan estas indumentarias a espacios de explotación económica a nivel empresarial y de turismo.
Afirmaron que, aunque las personas nacionales y extranjeras buscan sus tejidos, sigue la discriminación hacia ellas. Además, que el robo y la digitalización de sus patrones lastima sus costumbres y las aparta de los beneficios económicos, creando competencias desleales industrializadas con fines puramente lucrativos mientras ellas mantienen la práctica del tejido como guardianas de la identidad cultural y con los saberes que dan razón a cada patrón que crean, conservan y transmiten de generación en generación.
En respuesta, el mandatario reiteró la disposición de su gobierno para apoyarlas y reconocer el papel de las mujeres de los pueblos originarios en la preservación de la identidad cultural plasmada en los tejidos propios de cada pueblo. Para ello, se destacó que se buscará revivir una ley de 1947 que permita reconocer la propiedad de los tejidos a favor de los pueblos.
La belleza, el arte del textil guatemalteco es reconocido y aunque haya intentos de apropiarse de ellos, pues son de ese tipo de mentiras que salen muy rápido a la vista.
No son artesanías comerciales
El Presidente coincidió con las mujeres tejedoras en que la propiedad de los diseños es de cada pueblo.
No se trata de un grupo pequeño que está perdido sino de una parte muy importante de su población que teje su identidad alrededor de prendas. No es que se hayan usado durante mucho tiempo sino que se siguen usando cotidianamente, afirmó el mandatario al conversar con ellas tras recorrer una exposición de sus piezas textiles en el Convento Capuchinas, en Antigua Guatemala.
Resaltó que las mujeres tejedoras muestran cómo mantienen la identidad por medio de las piezas que crean, cuyos diseños evolucionan, son piezas vivas, son diseño, se está innovando, se está creando, se está desarrollando.
Esto no es una artesanía, no es un producto comercial. Esta es expresión de identidad cultural y que es diseño, que es arte, que evoluciona y que es algo donde podemos reunirnos e identificarnos como nación.
Hablemos de un legado que perdura, que cuenta historia y da identidad: los tejidos ancestrales. #ATuTierra https://t.co/Y33RPvkXf6
— Bernardo Arévalo (@BArevalodeLeon) September 10, 2025
Acompañamiento desde el Inguat
Por su parte, el director del Instituto Guatemalteco de Turismo, Harris Whitbeck, agradeció a las mujeres tejedoras por apoyar desde su perspectiva la construcción de una nueva narrativa que impulse el turismo.
Durante el conversatorio se apuntó a que se debe hacer a las tejedoras sujetos del beneficio y no colocar intermediarios que comercialicen con su legado. Además, que se haga desde la visión de los pueblos, sin ser folclorizados o cosificados.
Queríamos entender cuál era nuestro papel ante ustedes y cómo podíamos servir de articulador desde el punto de vista de turismo para que su arte, sus tradiciones, su historia, puedan expresar lo que es Guatemala, dijo Whitbeck.
Además, que no se debe ver a las mujeres tejedoras como artesanas sino como diseñadoras, porque conservan y crean a partir de su cosmovisión.
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dc/dm