Ciudad de Guatemala, 12 abr (AGN).- En 2017 se inauguró en el país el Centro Carcelario de Rehabilitación y Reinserción Fraijanes 1, bajo el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria.
Este tiene como objetivo contribuir a la readaptación social de mujeres internas en los penales, para que cuenten con mejores oportunidades de desarrollo al recobrar su libertad.
Para el efecto, el modelo funciona bajo el régimen de cero ocio y ofrece programas de educación y capacitación constante.
El primer grupo de privadas de libertad en incluirse en este proyecto ingresó el 4 de mayo de 2017 y, hasta la fecha, 40 han salido de prisión.
Según el director ejecutivo de la Unidad del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, Elliot Palma, ninguna ha vuelto a ser detenida.
“Al momento, 40 privadas han egresado del primer centro piloto ubicado en Fraijanes 1 y ninguna ha reincidido en hechos delincuenciales”, dijo.
Resaltó, además, que esto es una muestra de que al brindarles herramientas de superación a las personas, se contribuye a su integración a la sociedad.
[#Video] 40 reclusas han obtenido su libertad en el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria pic.twitter.com/pRbQ9gok9g
— MinGob (@mingobguate) April 9, 2021
En qué consiste el modelo
Desde la implementación de Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria se ha contado con el apoyo de diversas entidades, entre estas el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap) y Unidad para la Prevención Comunitaria de la Violencia (UPCV).
Estas llevan a cabo cursos de capacitación y fortalecimiento psicosocial, lo cual ha repercutido en que el centro se convierta lugar de oportunidades, según las autoridades.
Ahí, las privadas de libertad aprenden a explotar sus capacidades y ponerlas en prácticas, por medio de educación formal y técnica y actividades de arte y cultura, por mencionar algunas.
La educación formal impartida es avalada por el Programa de Educación Alternativa (Pronea), y se divide en cuatro fases:
- primero a cuarto primaria
- quinto y sexto primaria
- nivel básico
- bachillerato
Además, se desarrollan cursos libres de cocina, corte y confección, horticultura, inglés y computación. Los cursos de arte y cultura ofrecen clases de teatro, danza, pintura y yoga.
Cuando una reclusa recobra su libertad, las autoridades le dan un paquete con los diplomas de los cursos que aprobó y se le apoya para certificarla en Intecap.
La intención es que esto le sirva para desarrollar un nuevo proyecto de vida y tenga herramientas para salir adelante.
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AGN kg/ir