Redacción Ciencia, 16 abr (EFE).- Las políticas climáticas se pueden aplicar con poco daño económico mínimo si se tienen en cuenta no solo los datos de emisiones, sino también el papel que cada empresa desempeña en la economía de un país.
Una investigación firmada por la organización austriaca Complexity Science Hub (CSH) y que publica Nature Sustainability aplica su modelo con datos de Hungría y concluye que reducir un 20 % las emisiones de CO2 supondría solo el 2 % de pérdida económica.
This week in Nature: Insects at risk – Human-induced changes to the environment pose threats to invertebrates
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— nature (@Nature) April 10, 2024
Plantean escenarios
La transformación de la economía hacia la neutralidad climática siempre implica una cierta tensión económica: algunas industrias y empleos desaparecen, mientras que otros se crean, recuerda Johannes Stangl del CSH y uno de los autores, en un comunicado.
Además, el coautor de estudio afirma:
Para comprender cómo afectarán las medidas de políticas climáticas a la economía de un país no basta con tener datos sobre las emisiones de dióxido de carbono, también debemos comprender el papel que desempeñan las empresas en la economía.
Los investigadores utilizaron un conjunto de datos de Hungría que incluye casi 250 mil empresas y más de un millón de relaciones con proveedores, lo que prácticamente representa toda la economía húngara.
Examinaron cómo sería toda la economía de un país si ciertas empresas se vieran obligadas a dejar de producir en varios escenarios. Todos estos, destinados a reducir en 20 % las emisiones de gases de efecto invernadero.
En el primer escenario analizaron lo que sucedería si solo se tuviera en cuenta reducir las emisiones de CO2 en 20 %. El resultado fue que los siete mayores emisores del país tendrían que cesar sus operaciones, perdiéndose el 32 % de la producción económica, lo que no sería viable.
Sin embargo, los investigadores proponen un enfoque en dos pasos, basados en dos factores cruciales: las emisiones de CO2 de una empresa y qué riesgos sistémicos lleva asociados, es decir, qué papel desempeña en la red de suministro, explica Stangl.
Los investigadores de CSH ya habían desarrollado un Índice de Riesgo Sistémico Económico (IRSS), que calcula la pérdida económica que se produciría si una empresa dejara de producir.
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