La Paz, 29 ago (EFE).- Las recientes lluvias en la región boliviana de Santa Cruz, la mayor del país, contribuyeron a disminuir los incendios forestales registrados en ese departamento oriental. Hasta el momento, los siniestros han dejado más de 700 mil hectáreas dañadas, informaron las autoridades locales.
Las lluvias ayudaron a aplacar por completo los incendios en municipios cruceños como Roboré, San José, Charagua y Puerto Suárez. Ahí permanecían el sábado bomberos, militares y técnicos, según la jefa de la Unidad de Bomberos de la Gobernación de Santa Cruz, Yovenka Rosado.
Si bien ya no hay emergencias, el personal desplazado a esas zonas permanece allí para cumplir trabajos de liquidación y monitoreo para evitar que estos incendios se reactiven, explicó.
Los focos de quema en el departamento disminuyeron a 15 en la jornada, con un acumulado de 5 mil 826 en lo que va de agosto y 20 mil 550 desde enero.
El 73 % del departamento estuvo en riesgo extremo de ocurrencia de incendios forestales. Gracias a las lluvias, el porcentaje bajó a 41, con riesgo medio, añadió. La superficie afectada por el fuego en Santa Cruz hasta la fecha es de 786 mil 584 hectáreas.
Otros puntos
Aunque las condiciones climáticas han ayudado, la emergencia se mantiene en aquellos lugares donde no llovió. Es el caso del municipio de San Ignacio, concretamente la comunidad San Bartolo.
Ahí el personal de la Gobernación trabaja junto a militares y técnicos municipales para combatir los incendios, dijo la funcionaria. Dijo que también sigue activo el fuego en el área protegida de San Matías, donde, además, intervienen los guardaparques.
Si bien la lluvia aplacó los incendios en Puerto Suárez, el trabajo continúa, debido a una amenaza de incendio que se acerca de Brasil y podría ingresar a territorio boliviano. En ese municipio fronterizo, la Gobernación contrató maquinaria pesada que se empleará para ensanchar un camino y evitar de esa forma el avance del fuego desde territorio brasileño.
Rosado aseguró que se ha dado una respuesta inmediata y oportuna a las emergencias por incendios forestales, junto a otras entidades.
El equipo
Rosado agregó que se cuenta con 12 brigadas de instructores de bomberos forestales desplazadas en 7 municipios, en algunos donde los incendios ya fueron controlados. En esos lugares se realizan aún tareas de liquidación y monitoreo.
Hace unos días la Gobernación cruceña pidió apoyo a la población para que denuncie a la gente que continúa provocando fuego en sus propiedades, pese a que hay una pausa en las autorizaciones para las llamadas quemas controladas. Esas actividades, también conocidas como chaqueos, se realizan para preparar los terrenos para el nuevo ciclo agrícola.
En 2019 el fuego arrasó cerca de 5 millones de hectáreas en el país. Esto se consideró como uno de los más graves desastres ecológicos en la última década, pues afectó además a parques naturales de alto valor medioambiental.
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