Ciudad de Guatemala, 18 jul. (AGN).- Estruendos del viento contra el papel cuentan los inicios de la hoy tan valiosa tradición de elaborar barriletes gigantes.
Según la tradición oral, los abuelos fueron consultados por hombres y mujeres preocupados por malos espíritus que rondaban los cementerios y esto los afectaba al llegar a visitar las tumbas de sus seres queridos. En respuesta, instruyeron crear elementos de trozos de papel que surcaran los cielos y el sonido del choque del viento contra el papel ahuyentaría a los espíritus.
Así comenzó esta colorida actividad que envuelve a niños, jóvenes y adultos. Desde la recolección de las varillas, hasta la decoración y montaje en la armazón, la elaboración de barriletes impregnó la cultura guatemalteca.
En los municipios de Santiago y Sumpango, ambos en Sacatepéquez, la práctica fue más allá. Basados en las raíces guatemaltecas, decidieron contar historias en papel de una forma diferente y colorida.
Desde la relación de los humanos con la naturaleza, pasando por la cosmogonía maya, los tejidos de los pueblos originarios hasta la historia política y social del país ilustran con fragmentos de papel los extensos lienzos de los barriletes gigantes.
Presentación en el Palacio Nacional
Este día se hizo gala de estas obras culturales en el Palacio Nacional de la Cultura. Al evento acudieron autoridades de los ministerios de Cultura y Deportes y de Relaciones Exteriores, así como representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El Gobierno de Guatemala busca que la técnica para la elaboración de barriletes gigantes de Sumpango y Santiago ingrese a la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, de la Unesco. En este sentido, el Comité Intergubernamental de la Unesco conocerá la propuesta en diciembre en Asunción, Paraguay.
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