Miami, 28 may (EFE).- La reactivación de los cruceros en Estados Unidos se empezó a despejar esta semana con el primer barco aprobado para viajar después de más de un año de parálisis debido al COVID-19, pero aún enfrenta dilemas, especialmente en Florida, sede de los principales puertos hacia el Caribe.
Aunque el gobierno de Joe Biden relajó las restricciones para estos viajes, especialmente si hay vacunación de sus pasajeros y tripulación, las navieras afrontan obstáculos en Florida debido a una nueva ley que prohíbe a las empresas pedir pruebas de inoculación al considerar que es una práctica discriminatoria.
Las navieras, sin embargo, prevén comenzar a navegar a partir de este verano desde los puertos de Miami, Everglades y Cañaveral, ubicados en el conocido como Estado del Sol, para acabar con una parálisis de unos 15 meses debido a la pandemia.
Un barco de Royal Caribbean fue el primero en obtener permiso oficial el miércoles pasado con el compromiso de tener vacunados casi en su totalidad a los más de 2 mil 900 pasajeros, cuando zarpe el 26 de junio del puerto Everglades, en la ciudad de Fort Lauderdale (Florida), rumbo a México y Bahamas.
El primero
El viaje es el primero en Estados Unidos en ser aprobado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) desde que a mediados de marzo de 2020 se suspendió la navegación en puertos del país debido al COVID-19.
Sin embargo, cruceros como este, el Celebrity Edge, estarían violando una nueva ley de Florida que prohíbe los llamados pasaportes de vacunas contra el COVID-19 firmada por el gobernador del estado, Ron DeSantis, y que entra en vigor el 1 de julio.
Vamos a hacer cumplir la ley de Florida, aseguró este viernes a la prensa el republicano DeSantis.
Tenemos leyes que proteger a las personas y la privacidad de nuestros ciudadanos, y las vamos a hacer cumplir, agregó.
Multa
Su Gobierno recordó que las empresas, ya sean cruceros, restaurantes o recintos de espectáculos, que violen la ley estarían sujetas a una multa de 5 mil dólares cada vez que requieran a un cliente el llamado pasaporte de vacuna para prestarle un servicio.
Al respecto, un portavoz de Norwegian Cruise Line señaló que esperan trabajar con el gobernador DeSantis para reanudar sus operaciones de manera segura desde los puertos de Florida.
Desde el pasado 5 de abril, recordó, enviaron su plan de reactivación a los CDC para reanudar operaciones en EE. UU. a partir del 4 de julio, el cual requiere que todos los pasajeros y la tripulación estén completamente vacunados, además de medidas preventivas que incluyen una prueba universal del COVID-19.
Norwegian dijo que prevé reiniciar los cruceros al Caribe desde Florida a partir de octubre próximo con al menos cuatro barcos que partirán de los puertos de Miami y Cañaveral.
Entre tanto, Roger Frizzell, director de comunicaciones de Carnival, con sede en Miami, señaló este viernes a Efe que la compañía aún no ha tomado ninguna decisión sobre el asunto de exigir vacunas y que trabajan con las autoridades federales en la opción de emprender cruceros simulados en coordinación con los CDC.
Además, la empresa anunció que obtuvieron este viernes la aceptación de los CDC para avanzar en los planes para operar en los puertos de Miami y Cañaveral (Florida) y Galveston (Texas).
El avance de las vacunas despeja la navegación
En momentos en que Estados Unidos tiene ya a la mitad de su población con al menos una dosis de la vacuna, los CDC han establecido esta semana que hay prácticamente dos opciones de reanudación de cruceros.
La primera de ellas es viajar con el 98 por ciento de tripulación y 95 por ciento de pasajeros mayores de 16 años vacunados, edad que se irá reduciendo a medida que se aprueben vacunas para mayores de 12 años.
En estos viajes queda ahora a discreción de la naviera exigir a los pasajeros y a la tripulación el uso de máscara o el mantenimiento de la distancia física.
La otra categoría es hacer viajes de prueba, que no generan ingresos para las navieras, con pasajeros voluntarios para ver cómo funcionan los protocolos de seguridad que han propuesto, sin la exigencia de las vacunas.
Royal Caribbean también obtuvo esta semana el permiso de los CDC para zarpar a partir del próximo 20 de junio un crucero simulado con pasajeros voluntarios.
Para estos viajes, los CDC establecen que debe haber suficientes pasajeros voluntarios para cumplir con al menos el 10 por ciento de la capacidad del barco, al tiempo que la tripulación debe seguir los requisitos de cuarentena y pruebas del COVID-19.
Carnival, por otra parte, aclaró que los primeros viajes de Seattle (Washington) a Alaska inicialmente requerirán vacunas, al igual que lo harán sus cruceros internacionales desde el Reino Unido.
Además, actualmente, señaló, tienen dos de sus marcas operando en Europa y para el verano ocho más planean volver a navegar, tras indicar que existe una demanda reprimida de cruceros, especialmente entre pasajeros habituales.
Según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, por sus siglas en inglés), que representa al 95 por ciento de las compañías con cruceros oceánicos, entre marzo y septiembre de 2020 esas empresas presentaron pérdidas globales de 77 mil millones de dólares, 23 mil millones en salarios y 518 mil puestos de trabajo.
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