Berlín, 28 may (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, reclamó una respuesta solidaria del G20, desprovista de intereses nacionalistas o egoístas para combatir lo que denuncia como distribución inaceptablemente injusta de la vacuna contra el COVID-19 a los países pobres.
Tenemos el instrumento, el COVAX, pero no se contribuye con la determinación necesaria a él, afirmó Guterres ante el virtual Foro de Soluciones Globales, en alusión al Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19.
Las mutaciones más agresivas amenazan en convertirse en dominantes, alertó Guterres en una intervención ante el foro virtual, centralizado desde Alemania y ante el que intervino la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Mario Draghi, presidente de turno del G20.
El secretario general de la ONU recordó ahí que los países menos desarrollados están recibiendo un porcentaje mínimo del total de las vacunas que se producen en todo el mundo. Y apremió a coordinar los esfuerzos y a organizar un plan global, ante una evolución de la pandemia que calificó de dramática para los países sin apenas acceso a la vacuna.
We are in an unprecedented crisis that requires unprecedented action.
Collaboration between countries, communities, public & private sectors is key.
By working together, we can vaccinate the world, end the #COVID19 pandemic & kick-start a strong recovery.
— António Guterres (@antonioguterres) May 28, 2021
Protección de las patentes
La canciller alemana había insistido, en la apertura de las sesiones de este viernes, en su apuesta por el multilateralismo frente a los grandes desafíos globales sea la pandemia, sea la lucha contra la crisis climática. Pero al mismo tiempo incidió en su defensa tácita de la protección de las patentes de la vacuna.
Es urgente posibilitar el acceso a la vacuna, a los medicamentos y a los test, dijo, pero al mismo tiempo se deben proteger las patentes y mantener muy altos los incentivos para que las empresas inviertan en investigación y desarrollo.
El mundo es una comunidad de destinos, apuntó la canciller. Los países industrializados deben contribuir a que la vacuna llegue también ahí donde no hay producción propia ni una buena distribución de las que se llegan a importar.
Apoyo europeo
Merkel apeló al conjunto de los países del G20 a contribuir con determinación al Covax, por ser éste el instrumento adecuado a escala multilateral contra la pandemia. Recordó al respecto que Alemania ha aportado hasta ahora más de mil millones de euros a Covax y que se ha comprometido a suministrar unos 30 millones de dosis hasta fin de año para los países más pobres.
La canciller reiteró así lo que había sido su llamada al grupo de los países industrializados y emergentes en una anterior reunión virtual del G20, centrada en la Sanidad y celebrada hace una semana, donde asimismo coincidió con Draghi.
Recordó ahí que en 2017, bajo la presidencia de turno alemana, el G20 incluyó ya en su agenda el tema sanitario. Deberíamos haber actuado más consecuentemente en esa cuestión. Aunque, obviamente, por entonces no podíamos imaginarnos la situación a la que nos veríamos confrontados“, admitió.
Soberanía compartida
Draghi, en una intervención telemática en paralelo a la de Merkel, consideró por su parte que la Unión Europea (UE) precisa de más soberanía compartida y se mostró convencido de que la pandemia ha contribuido a evidenciar esa necesidad de integración.
La soberanía compartida irá tocando muchos más ámbitos de los que actualmente se gestionan conjuntamente, aseguró. El primer ministro italiano coincidió con Merkel en que los grandes desafíos actuales, como el coronavirus o el cambio climático, requieren de una respuesta multilateral.
La pandemia expuso los déficits de la globalización, reconoció Draghi, quien sin embargo argumentó que a su juicio lo que hace falta es más coordinación e integración internacional en lugar de menos: Esto no mostró tanto su debilidad como que no teníamos suficiente globalización, dijo.
El multilateralismo está volviendo, afirmó optimista tras apuntar que las ansiedades económicas azuzaron en el pasado el interés por el soberanismo y el nacionalismo.
El mundo necesita al mundo y no colección de naciones separadas, consideró, para advertir a continuación sobre las crecientes desigualdades globales que están provocando la pandemia y el cambio climático y que afectan especialmente a las mujeres y a los jóvenes.
Por eso instó a actuar de forma decisiva frente a este problema, porque las crisis sanitaria y climática están empeorando las desigualdades existentes.
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