Ciudad de Guatemala, 1 dic (AGN).– La Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET) presentó el viernes el primer Estudio Exploratorio para la Aproximación a las Características del Agresor Sexual en Guatemala. La investigación se enmarca en un enfoque mixto que responda a la necesidad de una aproximación para enfrentar el fenómeno de la violencia sexual desde diversos ángulos, incorporando factores psicológicos, socioculturales y contextuales que influencian el comportamiento delictivo.
El estudio se basó en una muestra representativa de 4 mil 114 personas privadas de libertad por delitos sexuales. Los datos cuantitativos provinieron de registros oficiales del Sistema Penitenciario vinculados al Ministerio de Gobernación, que incluyen variables demográficas, étnicas y judiciales de los agresores. El componente cualitativo se desarrolló por medio de las fuentes de información del grupo focal con profesionales de psicología, criminología, trabajo social y jurídico, grupos de profesionales que han tenido acercamiento con agresores sexuales y entrevista a expertos en perfilación, investigación y tratamiento de agresores sexuales de Guatemala, Chile y España.
El estudio orienta que el perfil predominante del agresor sexual condenado en Guatemala es un hombre ladino de entre 28 y 47 años, con una menor, pero con significativa participación de jóvenes adultos. Los hallazgos de este estudio fueron las siguientes:
Perfil psicológico
En el aspecto psicológico, el estudio detectó impulsividad, déficit metacognitivo (dificultad para la autorregulación), psicopatía, trastorno antisocial, introversión, pensamientos pesimistas, insensibilidad frente al daño, responsabilidad ambivalente de los propios actos y deficiencia de habilidades sociales, entre los rasgos de los agresores sexuales.
Asimismo, que comparten patrones conductuales como dificultad para establecer vínculos saludables, aprendizaje y repetición de conductas violentas, culpan a la víctima, minimizan la responsabilidad propia, usan estrategias de planeación de la agresión y manipulan a las personas de su entorno.
Comportamiento delictivo
A nivel delictivo, los agresores cometen delitos sexuales en busca de poder, dominio y control, deseo, sadismo, venganza, ira o compensación. Asimismo, influyen en ellos las distorsiones cognitivas, patrones disfuncionales aprendidos de violencia y legitimación de la posesión sexual.
Según el tipo de agresión, suelen cometer estos crímenes como una práctica de forma ocasional, contra niños, dentro del círculo familiar, de manera serial y algunos sin un patrón específico.
El estudio también encontró:
- Contexto del delito: entorno familiar, público, distribución de pornografía, violencia contra niños, niñas y adolescentes, pederastia y pedofilia.
- Frecuencia de la agresión: primera agresión, reincidentes especializados, delincuentes de inicio temprano.
La Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas presentó hoy el Estudio Exploratorio para la Aproximación a las Características del Agresor Sexual en Guatemala, un producto que aporta evidencia técnica para fortalecer la prevención, la investigación y el… pic.twitter.com/qY7TwtHi1T
— Secretaría SVET (@secretariasvet) November 28, 2025
Factores socioculturales
En cuanto a los factores sociales y culturales que rodean el fenómeno de la agresión sexual en Guatemala, el estudio señala:
- Entorno familiar: violencia intrafamiliar, negligencia y abandono, vínculos afectivos deficientes, modelado de patrones violentos y ausencia paterna.
- Entorno comunitario: normalización de la violencia asociado a impunidad social, prejuicios que propician el silencio, procesamiento judicial revictimizante e influencia mediática.
- Factores estructurales/históricos: legados de violencia estructural, desigualdad de poder, desconocimiento de la cultura jurídica, impunidad, transmisión intergeneracional de violencia y legitimación cultural de la agresión, bajo nivel educativo, pobreza e inestabilidad económica.
Otro aspecto hallado en el estudio es la inclusión del agresor sexual en espacios religiosos para su formación, evasión de responsabilidad y continuidad para el acceso a las violaciones.
Instan a incluir la prevención en la educación
Como recomendación se lee que se debe considerar que el proceso de escolarización juega un papel crucial para la formación y procesos de socialización de la niñez y adolescencia, por lo que instan a incluir en las mallas curriculares del Currículo Nacional Base algunas unidades de conocimiento integrales que permitan que se brinden herramientas a las niñas, niños y adolescentes para la prevención de la violencia sexual.
Además, que es importante contar con el abordaje especializado penitenciario y postpenitenciario, creado y dirigido específicamente para agresores sexuales. También, la elaboración de un programa especializado que considere las necesidades específicas de esta población, tomando en cuenta los modelos terapéuticos basados en evidencia que tienen mejores resultados y que pueden ser considerados dentro de las medidas de no repetición.
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