Madrid, 15 mar (EFE).- Las fuerzas de seguridad de España y Portugal detuvieron a 5 personas, entre ellas 3 de origen colombiano, e intervinieron 820 kilogramos de cocaína a una red dedicada a introducir grandes cantidades de droga en la península ibérica. Esta iba oculta entre material para construir puentes llegado desde Brasil.
Según informó la Policía española, es la primera vez que ambos cuerpos de seguridad tienen conocimiento de la aplicación de técnicas de la industria metal-mecánica al narcotráfico.
Las investigaciones comenzaron tras detectar un camión sospechoso que viajaba de Portugal a España con una carga legal de bobinas procedentes del país sudamericano.
Tras varias gestiones, los agentes determinaron que el vehículo se dirigía a una nave industrial. Esta se situaba en la localidad de Talavera la Nueva, muy próxima a Talavera de la Reina, en la provincia de Toledo (centro español).
A partir de ese momento, se estableció un dispositivo de vigilancia permanente de la nave y de los movimientos que se pudieran registrar. Esto permitió identificar a varios integrantes de la organización, establecidos, la mayoría, en Madrid.
El viaje de la droga
Según las averiguaciones, se trataba de un entramado de empresas dedicadas a la importación de material de construcción desde Brasil hasta Portugal y España. Posteriormente, era distribuido por provincias españolas, con el centro de operaciones en dos naves industriales de Talavera de la Reina y Ventas de Retamosa, Toledo.
La cocaína viajaba oculta en el interior de los aisladores sísmicos utilizados en la construcción de puentes, según la Policía.
Además, se constató que la red aprovechaba el circuito comercial para revestir las operaciones de transporte y almacenamiento de aparente legalidad.
Aparte, la complejidad de la estructura empresarial, destacaba la sofisticación del método de ocultación, pues para acceder a la droga la organización contaba con maquinaria pesada de corte y con miembros formados en su uso.
En una primera fase, en diciembre del 2020, se detuvo en España a tres personas de origen colombiano encargadas de la recepción de la cocaína, quienes luego se se encargaban de su distribución. En ese entonces se intervinieron siete kilos de droga.
En la segunda, tras la operación en España, y al conocer que la organización ya disponía de más contenedores en tránsito marítimo, se decidió esperar para detectar las conexiones de las que disponía el grupo en Portugal.
Posteriormente, se procedió a la detención en ese país de los dos miembros encargados de traer la cocaína desde Sudamérica. Así se logró la confiscación de 813 kilos dentro de los contenedores.
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AGN kg/dm