Redacción Ciencia, 26 jul (EFE).- La ciencia da un paso de gigante para la detección precoz y el desarrollo de terapias frente a tres de las principales enfermedades neurodegenerativas (alzhéimer, párkinson, demencia frontotemporal y esclerosis lateral amiotrófica, ELA) al presentar una base de datos de biomarcadores proteicos de estas dolencias.
Hasta hace un par de años no creíamos que la sangre fuera capaz de capturar lo que pasaba en el cerebro, subraya en una entrevista, Carlos Cruchaga, uno de los investigadores que lidera este hallazgo, repartido en cinco artículos científicos publicados en Nature Medicine y Nature Aging.
Una base de datos para seguir avanzando
Cruchaga, originario de Pamplona (España), dirige un Laboratorio de Neorogenómica que lleva su nombre en la Universidad Washington en San Luis (Misuri, Estados Unidos), una de las instituciones del Consorcio Global de Proteómica de la Neurodegeneración del que parte esta hazaña.
El Consorcio abrió desde la semana anterior, gratuitamente, a la comunidad científica la mayor base de datos armonizada de proteínas relacionadas con las enfermedades de Alzheimer, Parkinson, demencia frontotemporal y ELA.
El repositorio incluye 250 millones de mediciones proteicas únicas de cerca de 40.000 muestras de fluidos biológicos, como plasma de sangre y líquido cefalorraquídeo, procedentes de 23 grupos de individuos de diferentes partes del mundo, junto con sus datos clínicos asociados (y anónimos).
Hasta ahora, los investigadores habían encontrado marcadores de estas enfermedades en el líquido cefalorraquídeo, la gran novedad es la constatación de que las enfermedades neurodegenerativas estudiadas cambian los niveles de proteínas en sangre, lo que permite identificar marcadores específicos.
— Enséñame de Ciencia (@EnsedeCiencia) July 15, 2025
Detección precoz
Esos biomarcadores nos llevarán a encontrar pacientes antes de que desarrollen la patología y, con ello, a poder cambiar sus proteínas por las de un perfil sano, explica el investigador.
El equipo dirigido por Carlos Cruchaga ha puesto mucho esfuerzo en normalizar los niveles de proteína para tres de las enfermedades (Alzheimer, Parkinson y demencia), para compararlos entre sí y con los de personas sanas, que envejecen sin ningún tipo de enfermedad neurodegenerativa, apunta el investigador navarro.
Su trabajo ha detectado más de 2 mil proteínas asociadas a cada una de esas tres enfermedades estudiadas y, recurriendo a tecnologías de aprendizaje automático, han aislado las diez proteínas más determinantes para cada dolencia.
Agrega:
Esta es la primera vez que somos capaces de comparar el alzhéimer, el párkinson y la demencia frontotemporal desde el punto de vista del perfil proteico, ver lo que tienen en común y aislar lo específico de cada una de ellas.
Hasta el momento, se había visto que desde el punto de vista clínico eran enfermedades diferentes pero no se sabía bien cómo, ni se habían comparado entre ellas y con las de un perfil de envejecimiento sano.
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