San Francisco El Alto, Totonicapán, 15 feb (AGN).- Las inclemencias del clima han afectado la salud de la niña Ailin Tzoc Menchú, de 5 años, cuya familia no contaba con una vivienda adecuada para su protección.
Odilia Menchú, madre de la pequeña, contó a la Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN) que desde hace dos años habitan en la colonia La Bendición, en San Francisco El Alto, Totonicapán.
Ahí construyeron una casa con paredes de lepa (corteza de árboles), piso de tierra y techo de láminas. Estas últimas, con el paso del tiempo, se dañaron y empezaron a presentar agujeros.
Tales condiciones repercutieron en el bienestar de la nena, pues, debido a las bajas temperaturas, empezó a padecer enfermedades respiratorias. Estas también le han afectado durante la temporada de lluvias.
“Llevamos dos años en esta casa y los tiempos de lluvia nos afectaban mucho. Necesitábamos una casa, porque el viento levantaba las láminas del techo y cuando llovía entraba el agua en la casita y se nos inundaba”, contó.
La emoción del señora era evidente al narrar las dificultades que vivió en el lugar y al dejar entrever que esto es parte del pasado, ya que ahora cuenta con una morada digna, gracias al Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV).
La familia es una de las 74 beneficiadas con una casa nueva en aquella jurisdicción.
Su historia
Empero, para llegar a este punto, tanto ella como su esposo y su hija debieron pasar varias vicisitudes.
Antes de llegar a la citada colonia, vivían en un cuarto en la cabecera departamental de Totonicapán. No era arrendado, porque no les alcanzaba para ello. Se los habían prestado.
Posteriormente se movilizaron a La Bendición. Ahí tenían un terreno propio, pero los recursos no les permitían construir una vivienda formal.
“Mi hija se ha enfermado bastante. Lo poco que ganábamos era para curarla y ya no teníamos para comprar comida”, expresó la entrevistada.
Añadió que ella es ama de casa y se dedica a cuidar a u hija y su hogar, mientras que su esposo, Juan Tzoc, trabaja en el campo.
La jornada de esta pareja se inicia a las 4:30 de la mañana. Mientras él se prepara para dirigirse a labrar el terreno donde actualmente trabaja, ella enciende el fuego para cocinar el desayuno.
Luego de que don Juan parte a sus labores, su esposa se hace cargo de los quehaceres domésticos, incluido el cuidado de la pequeña Ailin.
Al mediodía lleva el almuerzo a su esposo y ahí, en el terreno, la familia comparte los alimentos.
Posteriormente, Odilia y su hija regresan a la casa. Continúan las labores hogareñas y ya por la tarde esperan el regreso de Tzoc.
El nuevo hogar
El esfuerzo de la pareja por salir adelante parece haber sido premiado, por lo menos así lo siente nuestra entrevistada.
Según dijo, con su nueva casa podrán no solo brindarle una mayor protección a su pequeña, sino que también le darán un patrimonio.
“Esta casita que nos dio el presidente Alejandro Giammattei permitirá que nuestra hija se desarrolle con más salud, como los otros niños de su edad”, expresó.
Además, externó su emoción por los detalles que tiene su nueva vivienda, con sus ventanas, piso de concreto, paredes de block y, sobre todo, un techo sin agujeros.
“Nos alegramos mucho con lo que nos ha dado el Presidente. Este apoyo es muy grande; ya no entrará el agua a la casa”, destacó.
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AGN mv/kg/dm