Ciudad de Guatemala, 6 nov. (AGN).- El Gobierno de Guatemala, bajo la directriz del presidente Arévalo, implementa desde junio una serie de acciones contundentes para restaurar el control del Sistema Penitenciario. El primer paso en esta estrategia se dio el pasado 2 de junio, cuando el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, junto al director del Sistema Penitenciario, Sergio Vela, coordinaron un operativo nocturno en el conocido como El Infiernito.
En este sentido, en esta intervención, fuerzas especiales trasladaron a 225 miembros de la pandilla Barrio 18 a otras cárceles, dando inicio a un proceso de reestructuración y control en el Sistema Penitenciario.
Desmantelamiento de estructuras ilícitas
Posterior al traslado de los reclusos, las autoridades comenzaron un exhaustivo registro en las instalaciones penitenciarias, donde hallaron múltiples objetos ilegales. Entre los elementos incautados se encontraron dispositivos que se sospecha eran usados para extorsionar desde el interior de las prisiones, además de dinero escondido en caletas, bebidas alcohólicas, drogas y diversas armas. Estos decomisos revelaron algunos de los privilegios con los que contaban algunos reclusos y la falta de control que predominaba en el centro.
Durante el operativo, las autoridades también descubrieron que ciertos reclusos disponían de electrodomésticos como refrigeradores, microondas y sistemas de aire acondicionado, además de tener acceso a consolas de videojuegos y equipos de sonido. De forma sorprendente, se constató que incluso contaban con una piscina y áreas habitadas por fauna exótica y de granja que, en circunstancias normales, nunca deberían haber estado en una prisión. La lista incluye:
- dos mapaches (uno de los cuales murió, probablemente debido al estrés)
- dos caimanes
- un águila
- dos zorros grises
- un querreque o quebrantahuesos
- animales de granja como gallinas y cabras
- criaderos de tilapias
Transformación de las instalaciones penitenciarias
El proceso de recuperación del ahora llamado Centro de Detención de Máxima Seguridad para Hombres Renovación I incluyó el remozamiento de sus instalaciones para cumplir con los estándares de seguridad y funcionalidad que debe poseer un centro de detención. Se pintaron las paredes, eliminando grafitis y símbolos de pandillas, y se mejoraron los espacios destinados al personal de guardia, incluyendo comedores y un área administrativa separada.
Además, se modernizó el área médica y se implementó un sistema de videovigilancia con cámaras de alta calidad, junto con una sala de monitoreo operativo 24/7.
Este centro de máxima seguridad será el modelo para futuras reformas penitenciarias. Los visitantes deberán pasar por rigurosos controles para evitar el ingreso de objetos prohibidos, mientras que las audiencias de los reclusos podrán realizarse de forma virtual, reduciendo la necesidad de traslados y aumentando la seguridad. Con estas mejoras, el Gobierno reafirma su compromiso de transformar el Sistema Penitenciario guatemalteco y restaurar la seguridad en sus instalaciones, un esfuerzo necesario tras años de descontrol.
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