Ciudad de Guatemala, 17 jul (AGN).- Los esposos Florentino y Viviana Sulá, oriundos de Sumpango, Sacatepéquez, han continuado con la tradición familiar de los barriletes gigantes.
Ellos forman parte del grupo Palot, palabra cakchiquel que significa barrilete, conformado por ocho personas, desde niños hasta adultos.
Florentino cuenta con 30 años de experiencia en esta tradición guatemalteca que le fue inculcada por su abuelo. Él introdujo a su esposa Viviana al arte barriletero. La pareja indica que continúa con la tradición por amor al arte y a sus ancestros.
#SalaDePrensa | El @GuatemalaGob, por medio del @McdGuate y el @MinexGt, promueven la inscripción de la Técnica de elaboración de los Barriletes Gigantes de Santiago Sacatepéquez y Sumpango como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. 🪁
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Arte y tradiciones
Palot presentó una de sus obras en el Palacio Nacional de la Cultura. El barrilete que diseñaron en 2023 engalanó el Patio de la Paz, representando a través de sus colores y diseño el recuerdo de los ancestros y para mantener vivo su espíritu con las tradiciones que ellos mismos inculcaron.
Esta presentación se dio en el marco de la nominación del expediente de la técnica de elaboración de los Barriletes Gigantes de Santiago y Sumpango, Sacatepéquez, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
En su diseño, la obra cuenta con elementos propios de la cultura guatemalteca, especialmente en el Día de Todos los Santos y el Día de los Difuntos, tales como velas, la indumentaria maya, flores, la gastronomía, incienso y la palabra Tz’umpam, el antiguo nombre de Sumpango.
Apoyo
A pesar de ya ser considerada como Patrimonio Cultural Intangible de la Nación, la técnica busca ser reconocida a nivel internacional. De esa cuenta, los grupos que se dedican a este arte desean que se brinde mayor apoyo para confeccionar los barriletes porque a la fecha han tenido que trabajar con recursos limitados.
Además de ser una inversión económica, Florentino señaló que también es una inversión de tiempo, pues para elaborar un barrilete tardan aproximadamente dos meses. El trabajo se hace de rodillas y solamente se utiliza papel de china y pegamento blanco.
La inscripción de la técnica como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco representaría mayor apreciación al trabajo de los barrileteros a nivel nacional e internacional y un beneficio al país en el ámbito turístico.
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