Ciudad de Guatemala, 15 may (AGN).- Aún con el paso de los años, el Museo Regional del Trapiche sigue siendo una de las atracciones turísticas del municipio de San Jerónimo, en Baja Verapaz.
En dicho museo, los visitantes pueden encontrar varias áreas verdes y distintas salas que evidencian el arte regional y de la arqueología maya. En este lugar se asentaron los primeros frailes franciscanos.
Allí funcionó el primer ingenio para la producción de azúcar morena y de licor a nivel nacional y de Centroamérica, que data de 1560, y es una de sus principales atracciones.
Cuenta con varias salas
El edificio fue inaugurado el 27 de julio de 1999, pero esta estructura se mantiene desde 1560. En el museo encontrarán tres salones que guardan vestigios importantes de la Época Colonial, entre los cuales se encuentran diversas máquinas con las que elaboraban el azúcar y el licor.
También se puede apreciar la sala del Purgatorio, llamada así por las altas temperaturas que mantenía en su interior mientras el jugo de caña era purificado y se cristalizaba.
Acá pueden observar cómo se procedía a secar el azúcar con un tejado especial corredizo, el cual se considera una de las primeras aplicaciones de energía solar, también podrán hacer un recorrido por las salas históricas que muestran artesanías regionales, historia maya y específica sobre Rabinal.
Además, los encargados del museo exponen a los visitantes cómo se hacía el proceso para extraer la materia prima de la caña de azúcar.
#DestinosDCA Una dulce historia. El Museo Regional del Trapiche, en San Jerónimo, Baja Verapaz http://t.co/Ar3AOU2dgZ pic.twitter.com/fRFB7z2wTG
— Diario de Centro América (@DiariodeCA) August 7, 2014
Piezas resguardadas
La estructura del museo esta conformada por retablos de estilo barroco, un conjunto de imágenes literarias de óleo y se puede observar una pieza arqueológica que evidencia el inicio de la escritura maya.
Además, cuenta con una iglesia barroca que guarda en su interior un cuadro de la Virgen de Guadalupe, pintado por el mexicano Cristóbal de Villalpando.
Otro de sus atractivos es el acueducto que, a través de una bujía sobre 120 arcos, traía el agua que precisaba el movimiento del trapiche.
Rueda Pelton
También se puede apreciar la rueda Pelton, que tiene siete metros de diámetro y se estima que pesa una tonelada, que forma parte de la maquinaria utilizada y que era de origen inglés.
Los visitantes pueden acudir de lunes a viernes de 8:00 a 16:00 horas y los sábados y domingos de 10:00 a 16:00 horas. El precio de admisión es de 10 quetzales por persona.
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