Guatemala, 8 de mayo de 2024.- El presidente Bernardo Arévalo afirmó este martes que la migración es un tema de interés de numerosos países involucrados y abogó por generar compromisos para el respeto y protección de las personas migrantes que se ven orilladas a salir de sus lugares de origen en busca de protección o de mejores horizontes de vida.
El mandatario inauguró la Tercera Reunión Ministerial de la Declaración de los Ángeles sobre Migración y Protección, que reúne a cancilleres y otras autoridades de una veintena de países de América, que sesionan este martes en el Palacio Nacional, sede del gobierno de Guatemala.
Presidente intercede por ver un fenómeno humano
El presidente del país anfitrión dijo que la reunión es una oportunidad para renovar compromisos y dar seguimiento a la Declaración de Los Ángeles, mecanismo de diálogo político y cooperación de las naciones del continente.
Es también una oportunidad para reafirmar nuestra voluntad de colaborar estrechamente con los países del hemisferio y encontrar soluciones a los desafíos migratorios que enfrenta nuestra región.
Y enfatizó:
Cada esfuerzo para coordinar nuestras acciones nos permite dar una respuesta más efectiva, pero, sobre todo, más humana al fenómeno migratorio.
Por ello, el primer desafío de nosotros como líderes y autoridades es el reconocimiento y protección de sus derechos humanos. De su calidad de personas con dignidad, puntualizó el presidente Arévalo al referirse a las personas migrantes en la región.
Asimismo, el gobernante
El reto más grande es que nuestras intenciones plasmadas en la Declaración de Los Ángeles se traduzcan ahora en expresiones concretas, en estrategias operativas para mitigar los problemas asociados a la migración desordenada e irregular. Que nuestras políticas y acciones estén encaminadas a proteger el bienestar de las personas migrantes y el de las comunidades que las acogen.
El presidente Arévalo propuso en la sesión ministerial que el objetivo de facilitar una migración segura, ordenada, humana y regular nos mueva a trabajar para buscar soluciones a los riesgos que la migración trae a nuestros ciudadanos, y para resolver las complicaciones que puede traer a los países en los que las personas se trasladan.
Al respecto, reiteró:
Este compromiso, que sé que es el mismo en todas nuestras naciones, debe quedar plasmado en acciones concretas, relacionadas. Por ejemplo, con gestionar la migración irregular como la ley lo exige, pero también con respetar los derechos humanos de los migrantes, y de siempre realizar las adecuadas diligencias para que cada persona migrante sea atendida con respeto y dignidad.
La migración nos involucra a todos
Consideró valioso tener a tantos países participantes en la reunión en Guatemala, representados por delegaciones gubernamentales de alto nivel, porque la migración nos involucra a todos: como países de salida, de tránsito o de acogida.
Al hablar del caso de Guatemala, expuso que el territorio nacional es un país tanto de salida, como de tránsito y de acogida de personas migrantes. Nuestra historia común ha sido moldeada por la migración.
La migración le ha dado su forma y carácter diverso y vibrante a este continente. Los migrantes son la fibra que entrelaza las historias de todos los países, de todas las regiones.
Los migrantes nos recuerdan que habitamos una casa común. Que nuestro destino está inevitablemente unificado, destacó, ante la canciller de México, Alicia Bárcena, y el secretario de Estado de Estados Unidos. Antony Blinken, entre otras autoridades asistentes a la cita.
Indicó que, como países, no estamos únicamente ante un fenómeno demográfico o económico. Estamos sobre todo ante un fenómeno humano. Algo que toca la vida de las personas. Detrás de las cifras de flujos migratorios hay millones de historias humanas.
El presidente Arévalo dijo que la persona que decide migrar, con frecuencia migra para escapar. Del miedo, del hambre o de la violencia. Escapa con la esperanza de que al salir de ese punto en el que sus derechos no eran garantizados, podrá encontrar un mejor destino.
Pero no siempre es así y en el camino encuentran nuevos desafíos. Es por ello que insisto en decir que la migración es un fenómeno y no un problema. Pero sé que puede convertirse en un problema cuando se ve afectado el bienestar de las personas en movimiento, o el de los territorios en los que se mueven.
Por Pablo Palomo Reyna
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