Ciudad de Guatemala, 3 ene (AGN).- Según la tradición, cada 6 de enero los Tres Reyes magos entregan regalos a los niños, como un recordatorio de la visita que hicieron al Niño Jesús. Es la fiesta de la Epifanía o de la manifestación de Cristo a la humanidad.
Sin embargo, lo que se sabe de ellos está basado en la tradición oral y algunos escritos históricos.
De hecho, la Biblia no dice que hayan sido tres, ni que sus nombres fueran Melchor, Gaspar y Baltasar.
Marco Polo, el explorador italiano del siglo XIII, escribió sobre ellos cuando viajó por Asia. En sus memorias indica que venían de Persia y que se reunieron en la ciudad de Sava para ir en busca del Mesías.
La beata y vidente Anna Catarina Emmerich, quien vivió en Alemania en el siglo XIX, relata que los verdaderos nombres eran Teokeno, Mensor y Sair, y que el cambio de nombres se debe a una cuestión de significados personales.
Al respecto, Gaspar (probablemente Mensor) es un nombre índico que significa va con amor; Melchor (Teokeno) es persa y quiere decir se acerca con dulzura, y Baltasar (Sair) en árabe, une su querer a la voluntad de Dios.
Teokeno era el anciano; su piel era amarillenta y venía de la Media, al Este del Mar Caspio. Mensor era el de los cabellos negros, y el más joven de los tres. Provenía de Caldea y vivía a tres días de viaje del hogar de Sair. Este último era el más moreno; venía de un sitio llamado Panthermo y ya estaba reunido con Mensor el día del nacimiento de Cristo.
El color atribuido a su piel está probablemente relacionado con los tres continentes que eran conocidos al momento del nacimiento de Cristo: Europa, Asia y África.
El enigma de la estrella
Otro dato curioso de la visita de los magos al pesebre es si realmente hubo una estrella que guió a los sabios a la casa donde se encontraban Jesús, José y María.
La tradición menciona que un lucero o estrella fue orientando a los personajes hasta que se detuvo encima del lugar donde estaba el Mesías.
En tal sentido, ha habido estudios científicos sobre una posible alineación planetaria o el paso de un cometa.
El astrónomo del siglo XVI Johannes Kepler fue el primero en plantearse si una conjunción de Júpiter y Saturno, a principios del siglo I, el fenómeno que menciona la Biblia.
Lo que regalaron al Mesías
Según las Sagradas Escrituras, reforzadas por la tradición, los sabios (también llamados reyes magos) abrieron sus cofres y ofrecieron oro, incienso y mirra.
Oro, por la realeza del niño recién nacido, incienso por su carácter divino, y mirra como señal de su humanidad.
Otro dato curioso de los magos es si eran tres o cuatro, lo cual ha sido puesto en duda a lo largo de los siglos. Sin embargo, el número aceptado por tradición es tres, por asociación con el número de regalos entregados.
Con información de Isaac Ramírez
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