Ciudad del Vaticano, 1 ago (EFE).- El papa Francisco llega mañana a Lisboa para participar en los actos de su cuarta Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Ahí pondrá a prueba su resistencia a los 86 años, y dos meses después de ser operado. Además de la relación de la Iglesia con los jóvenes diez años después de aquel ¡Hagan lío! con el que inició su pontificado.
Francisco emprende su 42 viaje internacional para participar en la JMJ, el acto católico más multitudinario y en el que ya se han inscrito más de 330 mil jóvenes de 200 naciones y cerca de 20 mil voluntarios, pero los organizadores esperan que se llegue al millón, cifra con la que se podrá considerar un éxito.
El Papa ya estuvo en Portugal en 2017, pero no visitó Lisboa y se limitó a presidir en Fátima las celebraciones por los 100 años de las apariciones de la Virgen. En esta ocasión ha insistido en ir al santuario mariano ante la preocupante situación internacional, donde el sábado elevará su petición para el final de la guerra en Ucrania.
Misa de apertura de la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, presidida por el Cardenal Patriarca de Lisboa, Manuel Clemente. #JMJLisboa2023 pic.twitter.com/TvOOaz7txy
— Vatican News (@vaticannews_es) August 1, 2023
La iglesia y la juventud
Han pasado 10 años de aquel llamamiento de ¡Hagan lío! a los peregrinos argentinos durante la JMJ de Brasil. Frase que se convirtió en un lema para los jóvenes católicos; desde entonces, sobre todo en Europa, la juventud ha perdido interés en la Iglesia católica y Portugal es un ejemplo.
El país tiene una fuerte tradición católica, a la que se acoge el 80.2 % de la población, según los Censos de 2021. Contrariamente, de acuerdo con la Encuesta Europea de Valores, los portugueses con una práctica religiosa frecuente pasaron del 26 % en 2008 al 20 % en 2020.
Una caída impulsada por las generaciones más jóvenes y a la que también afectan los impresionantes números de abusos a menores. Son alrededor de 4 mil 800 casos, recientemente comunicados tras una investigación de los últimos 70 años y tras los cuales la Iglesia portuguesa intenta recuperar su credibilidad.
La última JMJ, que se celebra cada tres años, fue en Panamá en 2019 y a la de Lisboa, que se tuvo que posponer a este año debido a la pandemia. Francisco llegará en silla de ruedas debido a sus problemas de movilidad por los dolores en una de las rodillas. Un viaje dos meses después de su operación por una hernia abdominal, para cumplir una agenda de actos impresionante. El Papa no ha querido ahorrar energías.
Sus discursos serán en español, para conectar mejor tanto con los portugueses como con los decenas de miles de jóvenes procedentes de España, y porque es el idioma en el que Francisco se siente más cómodo para poder improvisar.
La agenda del Papa
El viaje comenzará con las reuniones protocolarias con el presidente, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro, el socialista António Costa. Además de un discurso a las autoridades en el que seguramente habrá referencias a Europa, a la migración y a la defensa de la vida, en un país que acaba de promulgar la ley de la Eutanasia, a la que la Iglesia católica se opone firmemente.
Después, Francisco se reunirá en el monasterio de los Jerónimos con el clero del país.
Destaca el anuncio de la Iglesia sobre un encuentro del papa con las víctimas de abusos por parte de curas pederastas. Sin embargo, por cuestión de privacidad no se ha comunicado el lugar o el día que se producirá.
Queridos jóvenes, nos acercamos a la Jornada Mundial de la Juventud, y ya hay 400.000 jóvenes inscritos. Esperemos que muchos otros sigan su ejemplo. Prepárense para esto: ¡para abrir horizontes, para abrir el corazón! #JMJ pic.twitter.com/f3hXvjky14
— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 20, 2023
Pronunciará un discurso a los estudiantes en la plaza frente a la Universidad Católica Portuguesa. Más tarde, en la cercana Cascais, Francisco saludará a los jóvenes del movimiento Scholas Occurentes.
A su regreso a Lisboa está prevista la ceremonia de bienvenida de la JMJ en el Parque Eduardo VII, una enorme zona verde de 25 hectáreas.
En la mañana del viernes 4 de agosto, en el Jardín Vasco da Gama de Belèm, el pontífice confesará a algunos jóvenes. Posteriormente, en el Centro Parroquial Da Serafina se reunirá con varias asociaciones dedicadas a la caridad.
Tras un almuerzo con diez jóvenes de distintas nacionalidades en la nunciatura, el lugar donde residirá el Papa estos días, acudirá de nuevo al parque Eduardo VII para presidir el Vía Crucis con los jóvenes.
Después de su visita a Fátima, participará en la vigilia con los jóvenes en el Parque Tejo. El domingo por la mañana, de nuevo en este espacio celebrará la misa de clausura, en la cual se anunciará la sede de la próxima JMJ internacional. Para finalizar, por la tarde tendrá un encuentro con los voluntarios, antes de regresar a Roma.