Guatemala, 28 mar (AGN).- Olor que invade, eleva y altera los sentidos. Se puede sentir el incienso, la mirra y el copal en una mezcla de estoraque, resinas y pom. Ya es Semana Santa.
Ejércitos de incensarios de metal que suben y bajan retando a la gravedad.
Brasas que salpican de chispas los guantes blancos de los naveteros, que se tornan grises y luego intensamente negros.
Cajitas de madera como joyeros que portan el carbón, el elemento crucial para convertir los granos de incienso en efímera y espiritual ofrenda.
Filas de hombres y mujeres vestidos de luto, morado o blanco. Túnicas que muestran el paso de los años y la edad…
Mantillas que se deslizan sobre los hombros… niños que duermen placenteros en los brazos de sus padres.
Escucha ahora el programa “Al paso del Nazareno del Perdón” de Hdad. de San Francisco el grande AG. Por el #9Cuaresma de #radio940 en AM y 📻https://t.co/4BpbuLgc29 🎧 #elmasmorado #Cuaresma2024 pic.twitter.com/4F3ZPso28Z
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Símbolos
Cruz alta y ciriales decorados que anticipan el paso de nazarenos, dolorosas y sepultados. Emblemas de oro, plata y bronce para el rey de reyes.
Estaciones de viacrucis portados por romanos, penitentes, cucuruchos o palestinos como antesala del Nazareno.
Miles de ojos que se posan sobre el cuerpo ensangrentado del Redentor. Coronas de espinas con joyas engarzadas y resplandores barrocos.
Túnicas bordadas pesadísimas, como pesaba la cruz del viento que describe Miguel Ángel Asturias en su poema a Jesús de Candelaria.
Espadas de dolor para las dolorosas que muestran las esmeraldas o el rojo sangre de los rubíes.
Copones en manos de Magdalenas que recuerdan el dolor y el sufrimiento compartidos.
Esculturas que mueven a la piedad o la admiración, según el punto de vista, sea fe, curiosidad o arte. Escuela barroca convertida en imágenes de Pasión.
Y se balancean las pesadas andas como museos vivientes que salen a las calles. Cargadas por 50, 80, 100 o más hombros.
Su peso recuerda las andas del templo del Calvario, las más grandes del mundo.
Ángeles con mirada de ternura o dulce sensualidad, querubines regordetes que cubren su pudor con minúsculos paños forman parte de los adornos.
Alas enormes de arcángeles que se baten en nubes de tarlatana, algodón o gasa. Es la típica escuela altarera de la Guatemala de principios del siglo XX.
🔴 ÚLTIMA HORA
La Semana Santa en Guatemala acaba de ser inscrita en la lista del #PatrimonioInmaterial.
¡Enhorabuena #Guatemala 🇬🇹!
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Arte para la vista
Jardines hechos a mano por manos chapinas… tulipanes, rosas, jacarandas, geranios, azucenas o agapantos de seda que hacen la delicia de los ojos.
¡Cuántas horas dedicadas a la creación de estos hermosos ramilletes para las andas procesionales!
Fuentes con minúsculos chorros hechos de pegamento transparente o celofán. Agua que salta en jarrones que simulan el costado abierto de Cristo. Salpicaduras de colores que parecen nubes, soles y lunas en medio de huertos con frutos tropicales.
Espinos de ixcanal que punzan, orquídeas naturales que se mecen al compás del vaivén de las andas.
Velaciones antigüeñas de gran creatividad, alfombras de verduras para saciar el hambre. Millones de granos básicos ofrendados al Hijo de Dios en figuras caprichosas. Panes deliciosos dignos de un banquete.
Y el olfato percibe el corozo, con su olor y su miel únicos que atraen a cientos de avispas.
Y en las ollas, sartenes y torteras de barro y metal, hierven las torrejas. Y los vasos rebosan de refresco de súchiles.
Encurtidos coloreados por remolachas y salpicados de cebolla deleitan en tostadas o enchiladas propias de esta tierra. Sabores que recuerdan que la Semana Santa también se vive con el gusto.
Sonidos del viento
Sonido triunfal de trompetas, romanos del Santuario de San José y penitentes del Calvario. También son parte de la Semana Santa.
Trombas, timbales y redoblantes. Notas musicales que tocan La Granadera, Jesús del Consuelo, Cruzados de Cristo, Señor Pequé o Sudor de Sangre.
Delicia de sonidos que evocan a monseñor Joaquín Santamaría y Vigil, Julián Paniagua, Alberto Velásquez o fray Miguel Murcia.
Esto, por citar algunos de los genios del pentagrama cuaresmal guatemalteco.
Eso y más es la Cuaresma y Semana Santa de Guatemala, esplendor y mezcla de tradición, costumbre, gastronomía, arte, fe y derroche.
Es la Cuaresma y Semana Santa única en el mundo, amada por generaciones de artistas, cargadores, vecinos, extranjeros y locales.
También es el regalo de Guatemala para el mundo. Es el Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad que acá se vive con los cinco sentidos.
Por Isaac Ramírez Urbina
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