Ciudad de Guatemala, 8 nov. (AGN).- El Centro de Detención de Máxima Seguridad para Hombres Renovación I implementará una serie de cambios significativos con el objetivo de recuperar el control y garantizar la seguridad en el Sistema Penitenciario. Uno de los aspectos más destacados de esta renovación es la incorporación de 120 guardias penitenciarios, pertenecientes a la promoción XXVII, la última en graduarse.
Estos guardias tendrán la responsabilidad de supervisar y velar por el cumplimiento estricto de las normas de seguridad en el recinto.
Para reforzar la protección y evitar que los privados de libertad puedan identificar a los guardias, se ha implementado un sistema que incluye el uso de pasamontañas y la ausencia de nombres o números de identificación en los uniformes.
De esta forma, se garantiza que los guardias mantengan un perfil anónimo, minimizando riesgos de represalias o amenazas. Además, se ha dispuesto que el contacto entre los reclusos y los guardias sea el menor posible, lo que contribuye a un entorno de control más seguro y controlado.
La vigilancia en el centro se llevará a cabo de manera ininterrumpida las 24 horas del día mediante un sistema de cámaras de seguridad, asegurando que los privados estén monitoreados en todo momento y que cualquier incidente pueda ser detectado y atendido rápidamente.
Luego de 4 meses de trabajos de remozamiento, hoy se entrega el Centro de Detención de Máxima Seguridad Para Hombres Renovación I, ubicado en #Escuintla.
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— MinGob (@mingobguate) November 7, 2024
Proceso para atención médica
Una de las estrategias clave de esta renovación es la creación de clínicas internas en los centros de privación de libertad, con el propósito de evitar traslados innecesarios a hospitales y reducir los riesgos asociados. El ministro de Gobernación señaló que, en conjunto con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), se está trabajando para que los reclusos que necesiten atención especializada, como hemodiálisis, puedan recibirla en instalaciones adecuadas en los centros penitenciarios.
En caso de que un traslado médico externo sea indispensable, los internos deberán salir con grilletes en las manos y los pies, aumentando así las medidas de seguridad durante el proceso.
Un caso de fuga
La implementación de estas medidas responde también a incidentes como el ocurrido recientemente en la Unidad Nacional de Atención al Enfermo Renal Crónico (Unaerc), donde un grupo armado intentó liberar a un recluso que recibía tratamiento de hemodiálisis por orden judicial. El ataque resultó en la muerte de dos personas, el guardia del Sistema Penitenciario, Manuel Poou, y el privado de libertad Edwin Orlando Sandoval López, quien era el objetivo del intento de liberación.
Este tipo de eventos resalta la importancia de reforzar las medidas de seguridad y controlar los traslados de reclusos para evitar fugas y ataques que pongan en peligro tanto a los guardias como a otros internos y personal de Salud.
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