Ciudad de Guatemala, 21 oct. (AGN) – El Gimnasio Teodoro Palacios Flores, escenario de innumerables momentos emblemáticos del deporte nacional, fue testigo de un instante único, Juan Carlos Vargas y Adriana Flores, pareja de voleibolistas salvadoreños; sellaron su amor al escuchar un rotundo si que los unirá para siempre.
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De la duela al altar
Juan Carlos y Adriana se conocen desde octubre de 2009, cuando se cruzaron por primera vez en los Juegos CODICADER. Desde entonces, su historia de amor fue creciendo entre entrenamientos, partidos y torneos, consolidándose con cada victoria y aprendiendo de cada derrota. Hoy, después de 16 años juntos, la duela volvió a ser testigo de un momento que marcará sus vidas.
Durante las finales de voleibol, Juan Carlos sorprendió a todos al sacar el anillo en plena duela, ese mismo lugar donde ambos han ganado y perdido miles de puntos. Hoy, sin embargo, la suerte estuvo de su lado y el triunfo no fue deportivo, sino del corazón.
Entre aplausos, gritos y emoción desbordada, el gimnasio se llenó de alegría. Porque el deporte es esto: pasión, entrega y momentos que trascienden la competencia. Y esta vez, no ganó El Salvador ni ningún equipo; ganó el amor, demostrando que algunas victorias son eternas y no se miden en puntos, sino en felicidad compartida.
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