Ciudad de Guatemala, 21 jun (AGN).- El 2024 está siendo un año que seguramente pasará a la historia por diversos motivos a nivel mundial. En la política, por los movimientos de liderazgos de varias potencias por elección de nuevos líderes; en el deporte, por los Juegos Olímpicos de París, la Copa América y la Eurocopa, y en el clima por las variaciones a causa del cambio climático y los estragos que azotan al mundo.
Cada vez más, el cambio climático está afectando a las sociedades, obligando a que los Gobiernos busquen estrategias para mitigar, en la medida de lo posible, este mal en el que el humano ha tenido un rol protagónico.
VIDEO | El Coliseo y la plaza de San Pedro del Vaticano, dos de los lugares más emblemáticos de Roma, han superado los 50 grados en sus superficies en tiempo real. La capital se encuentra este viernes en alerta roja por la ola de calor que azota el país. pic.twitter.com/9WDmJTmAR6
— EFE Noticias (@EFEnoticias) June 21, 2024
El cambio climático no espera
Ciertamente, la pandemia de COVID-19 le dio un respiro a nuestro planeta al contrarrestar el ritmo de la actividad humana. Esos pocos meses previos a la reactivación económica ayudaron a que la Tierra revirtiera una pequeña fracción del mal que el humano le ha causado.
Cuatro años después, comenzamos a ver las consecuencias de no cuidar el único lugar en el que la humanidad puede vivir en armonía sin mayor complicación. Sin embargo, los humanos consumen antes de medio año los recursos de un año completo, haciendo que se sobreexploten los recursos naturales, lo que causa daños irreparables a nuestros ecosistemas.
No es casualidad que a seis meses del 2024 todo el mundo esté colapsando por las condiciones climáticas.
La frecuencia y severidad de los eventos climáticos extremos han aumentado. Por un lado, temperaturas récord en muchos países como Estados Unidos, México y de Europa. A principios de 2024, se presenciaron tormentas de gran magnitud en los Estados Unidos, incendios forestales récord y otros desastres relacionados con el clima que causaron daños significativos y pérdidas económicas.
En tanto, en Centroamérica, gran parte de los países sufrieron daños extremos a raíz de la lluvias, evidenciando que ningún territorio está libre de sufrir estos problemas.
Mientras Centro y Norteamérica se inundan, Roma se cocina viva. El Coliseo de Roma, Italia, y la plaza de San Pedro, en el Vaticano, superan los 50 grados en sus superficies, obligando a las personas a tomar medidas extremas para sobrevivir.
La solución está en nuestras manos
No hay duda de que el proceso industrial ha cambiado la vida del humano, sin embargo, también ha contribuido a los estragos climáticos que hoy en día vemos en todo el mundo. No hay duda de que estos dolores del planeta solo siguen agravando y es nuestro deber responder.
Desde reducir el uso de plásticos, reutilizar materiales, mesura en el consumo, sembrar plantas y árboles, entre otras medidas, serán vitales para sanar y proteger a nuestro planeta.
Este problema no solo es de un país, el problema es de la humanidad, únicamente si nos unimos se podrá mitigar. El futuro de nuestro planeta y de todas las especies que en él habitan, así como lo que se dejará a las próximas generaciones, están en juego.
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