Ciudad de Guatemala, 27 may. (AGN).- En un esfuerzo por retomar el control de los centros penitenciarios y acabar con décadas de concesiones y negociaciones con los reclusos, el Ministerio de Gobernación y la Policía Nacional Civil (PNC) llevaron a cabo una megarrequisa este fin de semana en el centro carcelario Fraijanes II. La operación, que comenzó ayer a las 15 horas, movilizó a más de 800 agentes de diferentes departamentos de la PNC y de la Fuerza Élite del Sistema Penitenciario.
El operativo fue una respuesta directa a la creciente preocupación por la seguridad y el control dentro de los centros de privación de libertad. En Fraijanes II, cuatro líderes de la pandilla Barrio 18, conocidos como solo raperos, fueron aislados como parte de la requisa. Estos individuos, originarios del área de El Limón, zona 18, fueron identificados como figuras clave en el control interno de la prisión y en actividades delictivas tanto dentro como fuera del centro penitenciario.
Francisco Jiménez, ministro de Gobernación, utilizó sus redes sociales para comunicar la determinación del gobierno en esta materia. A través de su cuenta en X Jiménez afirmó:
Para retomar el control que por décadas fue cedido y negociado con los reclusos. Debemos transformar el desastre que heredamos con instalaciones seguras, tecnología y decisión. ¡Son prisiones, NO vacaciones!.
#MegaRequisa para retomar el control que por décadas fue cedido y negociado con los reclusos.
Debemos transformar el desastre que heredamos con instalaciones seguras, tecnología y decisión.
¡Son prisiones, NO vacaciones! pic.twitter.com/jmH5KOaxx5
— Francisco Jiménez (@FJimenezmingob) May 27, 2024
Aislamiento y medidas estrictas
La operación se enfocó en la requisa de armas, drogas y otros objetos prohibidos, también implementó medidas estrictas para cortar la comunicación y el acceso a recursos externos de estos líderes pandilleros. El director de la PNC, David Boteo, detalló que los cuatro reclusos aislados ya no tendrán derecho a visitas ni a recibir encomiendas.
Al respecto el director mencionó:
Se hizo una requisa, en donde se procedió al aislamiento a cuatro privados de libertad de la clica ‘solo raperos’ del Barrio 18, originarios de El Limón, para que ellos ya no tengan visita ni encomiendas en este centro carcelario.
Este paso es parte de una estrategia más amplia para asegurar que los centros penitenciarios sean verdaderamente lugares de cumplimiento de penas y no centros de operaciones criminales.
El caso Farruko Pop
Estas acciones también se enmarcan en el contexto de la investigación del asesinato del cantante Jorge Sebastián Pop, conocido artísticamente como Farruko Pop. La medida de aislamiento busca, además, aportar indicios valiosos para la investigación de este crimen.
El mensaje claro del Gobierno es que las prisiones deben cumplir su propósito de rehabilitación y custodia, y no ser lugares donde los reclusos continúen sus actividades delictivas con relativa libertad. Esta operación es solo el inicio de una serie de acciones planeadas para asegurar que los centros penitenciarios estén bajo control estatal efectivo y no bajo el dominio de los propios reclusos.
El reto para el Mingob y la PNC será equilibrar la necesidad de seguridad con el respeto a los derechos humanos, asegurando que las medidas implementadas no solo sean efectivas, sino también justas y en conformidad con la ley. El seguimiento y la evaluación de estas acciones serán cruciales para determinar su éxito y para ajustar estrategias futuras.
La operación en Fraijanes II es un claro ejemplo del compromiso del Gobierno de hacer de las prisiones lugares de verdadera rehabilitación y custodia. Buscando eliminar cualquier vestigio de control por parte de los reclusos. Las palabras del Ministro Jiménez, ¡Son prisiones, no vacaciones!, resuenan como un llamado a la acción y al cambio en el sistema penitenciario del país.
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lr/ir