Ciudad de Guatemala, 20 may (AGN).- El Día Mundial de las Abejas se celebra el 20 de mayo por el natalicio del pionero de la apicultura moderna, Anton Jansa. Estas son himenópteros, es decir, son conocidas por producir miel y por ser polinizadoras.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) remarca respecto de la celebración:
Las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, los murciélagos y los colibríes, están cada vez más amenazados por los efectos de la actividad humana.
ONU enfatiza:
La polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Casi el 90 por ciento de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse.
Agrega:
Asimismo, el 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35 de las tierras agrícolas mundiales. Los polinizadores no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad.
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Fundamentales para la vida
Guatemala se une a esta celebración mundial con la convicción de que sin estas el mundo estaría condenado a desaparecer.
Lo anterior porque junto a otras especies se encargan de un trabajo que hasta ahora es imposible hacerlo por medio de manos humanas o máquinas.
Asimismo, estas producen miel y sus derivados, útiles en la economía mundial.
Cuidados
Las abejas se encuentran en amenaza por los efectos de la actividad humana, por lo que el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) dio algunos consejos para proteger a las abejas y otros polinizadores:
- Cultivar plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año.
- Adquirir productos de los agricultores que utilicen prácticas agrícolas sostenibles.
- Dejar un recipiente con agua limpia y piedras para que las abejas beban y no se ahoguen.
- Comprar miel sin refinar.
- Apoyar en la conservación de ecosistemas forestales.
Ante la amenaza latente contra las abejas, diversas instituciones locales y mundiales recomiendan no destruir colmenas ni provocar a los enjambres. El objetivo es que esta especie conviva con los humanos y siga siendo aliada de la agricultura y la alimentación.
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