Ciudad de Guatemala, 11 jun (AGN).- En el primer día del Congreso Regional Penitenciario, Sergio Vela, director general del Sistema Penitenciario, abordó los numerosos desafíos que enfrenta la institución. Uno de los principales objetivos es la implementación de tecnología avanzada para evitar el ingreso de objetos ilícitos a las cárceles.
Sin embargo, para que este plan tenga éxito, es fundamental capacitar primero a los guardias penitenciarios. Con ello se garantizará que hagan un uso adecuado de las herramientas tecnológicas y eviten repetir errores del pasado.
Vela anunció que ya han recibido una donación significativa: un equipo de rayos X y escáner corporal, los cuales fueron utilizados con éxito en la operación Infiernito. Durante esta operación, se encontraron diversos objetos ilegales escondidos en caletas, incluyendo 12 armas de fuego, más de 500 municiones, más de 70 teléfonos y 184 mil quetzales. Estos hallazgos resaltan la gravedad del problema y la necesidad de continuar con estas operaciones.
La cooperación internacional, especialmente a través de la Sección de Asuntos Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) de la Embajada de Estados Unidos, ha sido crucial. Esta colaboración ha permitido realizar un análisis de riesgo en los 23 centros penitenciarios del país. Con ello se identificaron áreas críticas que requieren atención inmediata. Vela mencionó que operaciones similares a Infiernito se llevarán a cabo próximamente en otros dos centros penitenciarios, con el objetivo de limpiar y asegurar todas las instalaciones.
Hacinamiento carcelario
Uno de los problemas más graves que enfrenta el sistema carcelario es el hacinamiento extremo. Actualmente, la sobrepoblación es del 400 %, lo que significa que centros diseñados para albergar a 900 reclusos están albergando a más de 4 mil 500. Este nivel de hacinamiento dificulta la gestión de las prisiones, agrava las condiciones de vida de los internos y complica el mantenimiento del orden y la seguridad.
Para abordar este problema, el Gobierno anunció la construcción de un nuevo centro penitenciario, que estará listo para el próximo año y tendrá capacidad para 3 mil 8 reclusos. Esta cárcel estará organizada en tres niveles de seguridad: alta, media y baja. Esto permitirá una gestión más eficiente y segura de la población carcelaria. Además, se están realizando esfuerzos para construir nuevos centros preventivos, tanto para hombres como para mujeres en varios departamentos del país.
La colaboración con los alcaldes locales ha sido esencial en este esfuerzo, ya que varios han donado terrenos para la construcción de estos nuevos reclusorios. Hasta ahora, se han identificado cinco departamentos donde se llevarán a cabo estos proyectos, y la siguiente etapa será incluirlos en el presupuesto nacional.
Compromiso con la reforma penitenciaria
El Gobierno está firmemente comprometido con la reforma del sistema carcelario y la mejora de las condiciones de los internos. La construcción de nuevas prisiones y la implementación de tecnología avanzada son pasos hacia la modernización del sistema. Sin embargo, la capacitación de los guardias penitenciarios y la cooperación internacional continuarán siendo fundamentales para asegurar el éxito de estas reformas.
La capacitación de los guardias es una prioridad, ya que el buen uso de la tecnología puede marcar la diferencia en la seguridad y eficiencia del sistema. La donación del equipo de rayos X y escáner corporal es un buen ejemplo de cómo la tecnología puede contribuir significativamente a la seguridad penitenciaria. La capacitación adecuada asegurará que estos recursos se utilicen de manera efectiva y sostenible.
El futuro del Sistema Penitenciario
El camino hacia una reforma efectiva del Sistema Penitenciario está lleno de desafíos, pero también de oportunidades. Con la construcción de nuevas cárceles y la implementación de tecnología avanzada, el Sistema Penitenciario puede transformarse significativamente.
El Congreso Regional Penitenciario ha puesto de manifiesto los retos y las oportunidades que enfrenta el Sistema Penitenciario. Con un enfoque en la tecnología, la capacitación y la cooperación, hay una esperanza real de mejorar las condiciones dentro de las prisiones y, en última instancia, la seguridad y la justicia en el país.
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